LEON GIECO Y RAUL PORCHETTO
"NUESTRA MUSICA EMPIEZA A SER COMPETITIVA"
Volver al índice
del sitio

Sin duda, dos de los músicos argentinos que han sobresalido por sus actividades durante esta temporada que ya culmina han sido León Gieco y Raúl Porchetto. El primero alcanzó cifras masivas de venta con su cuarto disco, y además ha tenido una repercusión inmensa cada vez que subió a un escenario, como en el concierto que dio con Nito Mestre.
Además, se ha mostrado particularmente activo en lo que a proyectos se refiere. Sus continuos viajes a Los Ángeles, California, derivaron en grabaciones (propias y en discos de otros intérpretes argentinos) y en posibles actuaciones en el futuro. Su panorama es más que alentador.
Por su parte, Raúl Porchetto está obteniendo una inusitada aceptación con su nueva banda (Alfredo Toth, Pablo Guyot y Willy Iturri) y su sexto álbum, "Metegol", que ya agotó la primera edición. Indudablemente, éste es el trabajo más acabado y directo que Raúl ha realizado en toda su carrera. Sus constantes actuaciones y giras son la derivación lógica del éxito
discográfico. Pero, a pesar de la notoriedad que tanto Porchetto como Gieco han alcanzado, ambos continúan teniendo la misma lucidez que los caracterizó desde sus comienzos.

COSAS QUE PULIR
-Raúl, tu banda está teniendo una aceptación masiva, pero, ¿vos sentís que están sonando al cien por ciento?
Raúl Porchetto: Yo creo que nunca se está al cien por ciento. Si crees que están al límite perdés el interés.
León Gieco: O perdés la autocrítica . . .
R.P.: Claro, es imposible pensar que ya estás dando lo máximo.
L.G.: En una banda o como solista, siempre hay cosas que pulir. Yo recuerdo sólo dos recitales que me dejaron totalmente satisfecho. Muy pocas veces suele ocurrir que lo que vos hacés podés considerarlo perfecto. Yo, en siete años de trabajo, recuerdo nada más que dos presentaciones "diez puntos": una fue en el teatro Tronador de Mar del Plata y la otra fue en Uruguay.
-¿Tienen pensado grabar algo juntos?
L.G.: Sí, pero no lo tomamos como un hecho. El año pasado tuvimos la oportunidad de grabar en Estados Unidos con músicos interesantes. Estaba la persona que iba a hacer la producción allá y estaba el dinero, pero nos faltaban los temas. Y nosotros no podemos cometer el error de ir a grabar sin tener los temas compuestos. Al menos, creo que tenemos la suficiente autocrítica como para no caer en esos errores. La posibilidad de grabar un álbum con Raúl está. Incluso venimos hablando desde hace tiempo de irnos a algún lugar tranquilo durante un tiempo para poder componer en paz las canciones que integrarían ese disco. Cuando se va a, hacer no sé, pero la posibilidad está siempre. Lo principal, como dije antes, es que tengamos los temas.

DESMITIFICANDO
-Este año ha sido particularmente intenso en cuanto a presentaciones de grupos extranjeros; ustedes, como músicos argentinos, ¿qué opinan de esta "invasión"?
R.P.: Yo pienso que es bueno, muy bueno. Aprende la gente, aprenden los músicos. Así se aprende a ver cosas buenas y también cosas malas. También sirve para desmitificar. Yo pienso que después de ver a un grupo, nunca te puede seguir gustando igual que antes, aunque este grupo te guste muchísimo. Creo que se entra a valorar desde un punto más serio a un grupo de afuera. Se comienza a valorar más la música que el mito. Aparte se empieza a valorar más lo de aquí. Creo que se equilibra.
L.G.: Yo pienso que es super-favorable que vengan bandas extranjeras a tocar aquí, por todas las cosas que dice Raúl, y porque también ayuda a crecer al movimiento de acá, empieza a haber una conexión mucho más directa con los músicos que uno idealiza. Aparte le hace muy bien a las orejas de la gente escuchar a un grupo como Weather Report, que viene y no defrauda. También le hace bien a la gente saber que vino a tocar Billy Preston —que tocó con los Beatles y con los Stones— y fue una basura, por ejemplo. Y la gente le respondió como lo que fue: una basura. Eso viene bien. Que vengan grupos de afuera sirve para comparar. Yo creo que, de los músicos que estamos ahora, y cada vez que nos presentamos hacemos una cosa de nivel. De tanto nivel como lo puede hacer Peter Frampton en estos momentos, por ejemplo. Si no viniera gente de afuera no se podría comparar y se armaría un núcleo, una élite de gente consumidora de rock. Creo que así todo tiende a ser más popular.
-¿Pero el hecho de que vengan grupos extranjeros no afecta a los grupos argentinos en cuanto a las presentaciones?
L.C.: No, me parece que no. Creo que no es contraproducente.
L.G.: En cuestión económica podría discutirse, pero no creo que nos afecte.
R.P.: Yo pienso que incentiva ...
L. G.: La gente está más "al mango" Otra vez. Si nos remontamos a dos años atrás, todos los medios hablaban de que el rock no existía más. Por supuesto, eran todas mentiras, pero que había un bajón era cierto Pero ahora todo está resurgiendo otra vez.
-¿Puede ser que en este resurgimiento tenga que ver el nuevo auge que ha cobrado una música directa como es el rock' n'roll?
L.G.:.Sí, eso tiene que ver. -Todo lo que pasa en Estados Unidos repercute acá. Cuando hace dos años allá hacía furor la música disco, aquí también nos bancamos dos años de música disco. En aquella época, la disco copaba todo entre los estadounidenses y el rock estaba en un poco como lo estuvo aquí. El resurgimiento del rock and roll traído por un montón de grupitos nuevos ha hecho renacer todo.

LA ONDA INTERIOR
-¿Les gusta la música que se hace en la Argentina en estos momentos?
L.G.: Hay muy poco todavía. Las grabadoras siguen sin ayudar a la gente que recién empieza. Aparte me parece que tampoco surgen compositores nuevos que digan cosas distintas de las que se han dicho hasta ahora, salvo un par de cositas que he escuchado por ahí.
-¿Cómo podés explicar que, estando el rock en auge, no aparezcan nuevos compositores para apuntalar esa subida?
L.G.: Creo que estamos un poco a la espera de eso. Quizá la onda venga del interior. Cada vez que voy de gira pido que antes- que yo, toque un grupo del lugar. De esa forma hago .dos cosas positivas a la vez: toco en el interior y le doy la posibilidad de mostrarse a los grupos del lugar.
R.P.: Yo pienso que puede llegar a pasar un tiempo hasta que muchos compositores se hagan emergentes. Nosotros éramos compositores en el '66, '67, pero aparecimos bastante tiempo después. Yo creo que esta es una época de gestación de cosas, pero los resultados se van a ver en dos años más.
-¿Qué recibimiento están teniendo tus nuevas composiciones, Raúl?
R.P.: Super lindo. No dejamos de sorprendernos. Eso nos da una polenta bárbara. Nos incentiva. Están recibiendo muy bien al grupo y todos me comentan lo bien que suena la banda. Eso me pone super contento.
L.G.: A mí me encanta la banda de Raúl. Me parece que junto a Seru Giran son las dos mejores bandas de la actualidad. Además, él empezó a componer una serie de temas distintos y tomó conciencia de como debe ir dirigida la voz. Ya no chilla tanto como antes . . . (risas).

MUSICA COMPETITIVA
-¿El bajón que hubo en el rock sirvió para que se unieran más los músicos?
L.G.: No sé si estamos más unidos físicamente, pero sí espiritualmente. Yo, físicamente, a un tipo como Charly hace cinco meses que no lo veo, pero yo sé que está todo bien. Además, creo que ahora somos más profesionales.
R.P.: A lo mejor hubo cosas extrañas entre algunos músicos, pero al menos en un grupo, siempre estuvimos unidos. No es que ahora estemos unidos porque es la moda.
L.G.: La unión de PorSuiGieco engendró una amistad muy sincera. Nosotros nos ayudamos mutuamente para salir todos juntos adelante.
-¿Y cómo ven al público? Tiene los oídos más abiertos?
L.G.: El público de aquí siempre tuvo los oídos abiertos. Yo vi a Yes en Estados Unidos, y me fui al sexto tema porque no aguantaba al nuevo cantante, que desafina como un loco. Si Yes viniera ahora a tocar aquí, y tocaran como cuando yo los vi, creo que les tirarían cuatro millones de pesos en monedas de diez. No se los bancarían.
Los argentinos tienen el oído bastante fino. Las cosas que salen bien las escuchan con agrado, pero cuando hay más circo que música los rechazan. No soportan las cosas fingidas.
-¿Cómo interpretan el interés que están demostrando por los grupos argentinos en otros países?
R.P.: Mirá, creo que eso se va dando de a poco. La música que estamos haciendo empieza a ser competitiva. A veces, por una cuestión emocional, se comparten cosas con la gente del lugar que vos querés. Y todos saben que a lo mejor no tiene un gran nivel, pero como refleja vivencias de ese lugar, se comparten y se tapan un montón de fallas en base a esa emoción conjunta. Pero ahora, más allá de esas particularidades, nuestra música empieza a ser competitiva.

Revista Pelo
diciembre de 1980

Ir Arriba

 

Una de las constantes que tuvo el rock nacional desde sus inicios fue el espíritu fraternal que animaba a los músicos. Pasaron muchos años y mucha música, pero a pesar del advenimiento —imprescindible— del profesionalismo, aún persiste aquel viejo espíritu de unión. León Gieco y Raúl Porchetto son dos de los más acabados ejemplos de que la música puede contribuir al entretenimiento, al intelecto y a la comprensión entre los que la hacen y los que la reciben.
Gieco y Porchetto
León Gieco y Raúl Porchetto