DISCOS
Honrados pero sin puntería
Miguel Abuelo - Cristina Plate - Manal.
Tres discos simples en sobres individuales (Mandioca).
Mandioca
Una mezcla de buenas intenciones, presentación inteligente del material y ambiciosas metas coexisten aquí de modo tripartito con grabaciones de nivel deficiente y escasas virtudes en el orden musical. El sello Mandioca, o "La madre de los chicos", ingresa al ámbito de la música joven no sólo para ofrecer un sonido sino para establecer —afirma— "una relación de amor". Y para coronar sus objetivos enfatiza la intención de que sus artistas tengan "libertad de creación sin limitaciones". De lo cual se infiere que Abuelo, Plate y el trío Manal han llegado al disco con todos los vientos a favor. Pero sus sonoros frutos tienen más en común con los amargos sabores del fiasco que con el dulce aroma de la juventud creadora.
En los temas de Miguel Abuelo hay una especie de calidez y miniaciertos poéticos que inducen a esperar un festín en el plano de las armonías. Su "Oye niño" incursiona levemente esa latitud pero se desgasta luego en la monotonía. "¿Nunca te miró una vaca de frente?" es una balada empantanada a mitad de camino entre la música para niños y la sátira adolescente. Abuelo quiere "decir", testimoniar ansiedades de su generación. Pero sus esfuerzos tienen más de promesa que de realización lograda.
El caso de Cristina Plate es todavía menos promisorio. Al menos dentro del esquema supuestamente "barroco" en el que los arreglos la encierran para asfixiar su espontaneidad. Acorralada por un octeto en el cual predominan las cuerdas, su voz es forzada a la estridencia y da la impresión de un trabajo hecho por imposición. No se advierte integración entre la solista y el acompañamiento, los violines persiguen a la cantante y en el disco se percibe un clima de huida constante. Plate, cuya imagen ha habitado innumerables avisos publicitarios, perece bajo una avalancha de arpegios en todo momento ajenos a su sensibilidad. Quizá en otro contexto pueda revelar las virtudes que su primer disco anuncia pero no documenta.
Manal consiste en tres músicos cuyo ritmo, supuesta síntesis de "beat" y "blues", es matemáticamente desnaturalizado por el baterista-cantante Javier Martínez, teorizador de la música popular con "soul". Sus intervenciones vocales son lo peor de Manal, acompañadas por la escasa imaginación que aplicó en la composición de los dos temas recorridos inútilmente por el trío. La buena voluntad de Alejandro Medina (bajo) y Claudio Gabis (guitarra) puede muy poco con tan endeble materia prima. El debut de Mandioca es como una fiesta de cumpleaños sin torta. Lo demás, por ahora, es un querer sin poder, una revolución sin revolucionarios.
Revista Panorama
18.03.1969

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