Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

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Tapas de revista
Revista 7 Días Ilustrados

Revista Siete Días Ilustrados
25.03.1974
Tapa: Silvia Pérez
Foto de Osvaldo Dubini

carta
A la hora del desayuno, cuando millones de argentinos se aprestan a embuchar un apurado café con leche, el repaso de los principales titulares del diario suele endilgarles la primera dosis de amargura: esa cotidiana costumbre —que sobreviene al desperezo y a la ducha, al vistazo para comprobar si es un lindo día— podría ser considerada una ceremonia masoquista. No lo es. Lo que ocurre es que el mundo se ha hecho la manía de vivir sobresaltado, tenso, en constante malhumor. La semana pasada, en un mismo día, los caracteres más gruesos de un matutino porteño informaban, en sus cuatro primeras páginas, que la Liga Árabe prometía continuar la lucha abierta contra Israel; que Israel, a su vez, bombardeaba Damasco; que se redoblaban las crispaciones en el seno del gobierno italiano; que Kissinger reconocía un creciente deterioro en las relaciones entre USA y Europa; que el crimen político se propagaba en Irlanda; que el nuevo premier ingles Harold Wilson esperaba "durar por lo menos un año". Amenazado por tanto revoltijo, no es raro que el hombre medio prefiera no escarbar en la letra menuda: al fin de cuentas, no acabará de entender la razón —o la sinrazón— que empuja a ciertos contemporáneos suyos (hombres prominentes, claro) a escribir o borronear de ese modo la Historia. Con el propósito de hacer menos profundas estas lagunas, Siete Días preparó el .informe —necesariamente somero— que empieza en la página 24 y cuyo énfasis está puesto en los ítems que más comprometen el precario equilibrio en que se desenvuelve la existencia humana, en este preciso instante del siglo XX. El aporte no tiene carácter de exégesis: es una aproximación a la realidad concebido para después del desayuno.
EL DIRECTOR

 

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