PANORAMA
Año X - Nº
276 - 10 al 16 de agosto de 1972 - m$n. 300.—
$ 3.
CARTA
Cuando el gobierno
anunció que el 25 de mayo de 1973 comenzaría
una "etapa de transición" y que las Fuerzas
Armadas vigilarían el proceso en calidad de
cogobernantes, algunas preguntas difíciles
cundieron entre los perplejos electores.
Ninguna de ellas ha merecido todavía una
respuesta clara: ¿En qué consistirá la tutela
militar, puesto que ningún texto orgánico ha
sido previsto para legislarla? ¿Hasta qué
punto las Fuerzas Armadas representan una
fracción considerable de la voluntad popular?
¿No es ficticio afirmar que las elecciones del
25 de marzo serán libres y sin proscripciones
cuando se condiciona al arbitrio militar la
libertad de movimientos de quienes resulten
elegidos? Y, en definitiva, ya que las tres
armas han regido al país durante más de un
lustro, ¿no sería más franco que siguieran
haciéndolo desembozadamente, hasta que puedan
retirarse a los cuarteles sin conflictos, para
ceder el paso a un poder civil no maniatado?
Desde el 6 de septiembre de 1930 las Fuerzas
Armadas —y el Ejército de manera
preponderante— han intervenido en todos los
grandes procesos políticos y electorales de la
Argentina; en algún caso, como en el de la
elección de Roberto M. Ortiz, su papel fue
menos determinante que el de los intereses
económicos internacionales; en otros, como en
el de los dos comicios que consagraron a
Perón, se limitaron a vigilar la limpieza de
las votaciones. Hace una década el Ejército
azul —en el que militaba Alejandro Lanusse—
derrotó al colorado en una batalla cuyo
objetivo final era la vuelta de los oficiales
y las tropas a los cuarteles, para ajustarse a
la misión estrictamente profesional que
ordenan la Constitución y los reglamentos. El
anuncio de que en 1913 se inaugurará una etapa
de cogobierno (o de gobierno a secas, según el
jefe del Ejecutivo se avenga más o menos a los
consejos de los mandos) parece haber
trasformado las consecuencias de aquel combate
en una victoria a lo Pirro. Dentro de tal
esquema es imperioso que se especifique en qué
consistirá el gobierno paralelo de las Fuerzas
Armadas, porque cualquier ambigüedad en la
respuesta tendería a viciar la gestión de los
hombres que el pueblo elija en 1973.
Para
echar un poco de luz sobre tanta penumbra
Panorama ha llevado ese tema a la portada de
este número. Faltan dos semanas para que el
proceso de institucionalización proclamado por
Lanusse doble el codo final y aún los
argentinos no saben si el próximo 25 de marzo
serán considerados adultos o menores de edad.
T. E. M.
SUMARIO: Notas de tapa.
Argentina 1973: El cogobierno de las Fuerzas
Armadas (12/14). Investigación: Las mujeres en
la lucha política (18/19). • Agenda de
Panorama (3/6). • Correspondencia (8). • La
Argentina. Enfrentamientos: Una provocación y
un programa (16). Madrid: El momento de la
decisión (17). Candidatos: El portazo de
Francisco Manrique (17). Off the record (21).
• La Economía. El misterio de los teléfonos
(22/23). Negocios y Finanzas (24). Lecturas de
Economía y Política (25). Empresas (26/28).
Papel Prensa: La etapa ejecutiva (29). • Vida
Cotidiana (30/33). • Deportes (36). «Moda»
(38/39). • Ciencia y Técnica. Conflicto
médico: Tres trentes de batalla (40/41). •
Personajes (44/45). • Carnet (45). El Mundo.
China: Un Piao: El Insurrecto errante (45/47).
USA: Thomas Eeagleton y su curriculum [48).
Gran Bretaña: A mal puerto van las cargas
(52/53). • Las Artes. Un nuevo cine argentino
(54/55). Films (56/57). Radio y Televisión
(58). Plástica (57). Teatro (59). Libro»
(62/65). • Humor, por Quino (66).