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Costillitas Luisiania - Tarta de limón - Tarta de repollo - Peras al vino - Flan de sémola y queso - Ternera a la mostaza - Charlotte de damascos "Brochettes" de cerdo

El hombre es un ex plumífero del olvido. Le brota el presente como plumas a la gallina (perdón) pero se las termina arrancando a los picotazos, o se las arrancan otros, con agua hervida, si logra conservarlas mucho tiempo. Aunque en este último caso ya es tarde para acordarse ¿no?. Tarde piaste...Vamos a avanzar sobre el olvido entonces. En septiembre del '73, ya se perdían algunas palabras del lenguaje diario. Difícilmente escucháramos que se dijera redobla, lápiz, escribano o contador a un quinielero. Cómico a un comisario. Morocho al teléfono. Golondrina al pasador telefónico. Los milicos también olvidaban la palabra y, decía la revista, recrudecía la violencia contra el gobierno de Allende, en Chile. Los golpistas avanzaban contra la Unidad Popular. Otro Salvador (Roquet) pero mexicano continuaba con sus terapias con "psicoactivos"... jua... psicoactivos dicen, alucinógenos decían. El Maharaj Ji seguía sentado en una silla viendo feligreses pasar. Ducilo industrializaba los colores en sus hilados Antron "... el hilado que permite la verdadera luz del color...", mientras que Ambré era de Watteau y el borgoña de Bianchi. Las personas todavía se acordaban de Semillita, ya pocos mencionaban al actor de Tarzanito (personaje radial) y la mayoría sabía quien era Minguito. El black power se ponía sexy en la moda, ¿qué es eso que llaman pop, beat, folk, soul, country, afro-rock, barroco progresivo, música testimonia, música de protesta, música psicodélica, música experimental, jazz-rock y como parió la abuela, ahora también rock- pesado?, confúshion... confúshion. Ringo seguía con sus pareceres... Ringo Bonavena, aclaro, decía: " Yo podría vivir en los Estados Unidos, tengo ofertas, pero no me adapto. Soy como el chancho. Al chancho no lo podés sacar del chiquero." Y ya que mencionamos a la futura comida argentina por excelencia, me dio como hambre ¿vishte?, como que me pica el bagre. Mejor vamos a lo nuestro. A comer, porque la verdad.... ¡¡¡míiiirensennnn!!! la playa los ha dejado hechos unos escarbadientes che. Flacura, escualidez, no me han comido nada che. Hay que comer mas. Mucho más. Insistan, sean redundantes con sus bocas, reitérensennnn, muerdan ché. ¡¡¡A COMER QUE SE ACABA EL MUNDO!!!.

 

"Brochettes" de cerdo: Corte en cubos 350 gramos de carne de cerdo, 250 gramos de hígado o riñones de cerdo, 250 gramos de queso Gouda y 100 gramos de panceta ahumada. Alterne estos ingredieirtes con trozos de cebolla y de ají verde y rojo en las brochettes. Salpimiéntelas y cuézalas a la parrilla o al horno; sírvalas con arroz blanco.

Charlotte de damascos: Escurra los damascos de una lata, licué la mitad o algo más, como para obtener una taza y media de puré. Mézclelo con un pote de queso crema, tres cucharadas de azúcar y una copita de marrasquino o kirsch; ponga a congelar. Tapice una budinera con papel, luego con vainillas pasadas apenas por una mezcla de licor y agua; haga capas con la crema de damascos y con vainillas con licor, hasta llenar. Ponga a enfriar varias horas y desmolde; bañe con chocolate fundido y adorne con mitades de damascos.

Ternera a la mostaza: Salpimiente un trozo de peceto de un kilo y medio, úntelo con tres cucharadas de mostaza mezclada con 100 gramos de crema de leche. Cuézala a horno caliente durante unos cuarenta minutos; córtela en rodajas. Recoja el jugo que suelta, caliéntelo a fuego suave con una cucharada más de mostaza y una de manteca. Eche sobre la carne y sirva con arvejas o chauchas a la manteca.

Flan de sémola y queso: Haga hervir medio litro de leche con pizca de sal y de pimienta recién molida. Eche 75 gramos de sémola en forma de lluvia y revuelva sobre fuego suave hasta que esté cocida. Retírela del fuego y añada dos yemas, 50 gramos de queso rallado y 50 gramos de crema de leche, luego las dos claras a nieve. Eche en una budinera enmantecada y cueza a horno caliente durante veinte minutos; bañe el flan con crema de leche y espolvoréelo con queso rallado. 

Peras al vino: Enmanteque una fuente de horno y acomode en ella seis peras en mitades, sin pelarlas con la parte cortada hacia abajo. Cúbralas con vino tinto, espolvoréelas con una taza de azúcar y canela y cuézalas a horno mediano hasta que estén tiernas y el almíbar espeso. P

Tarta de repollo: Lave las hojas de un repollo verde, hiérvalas diez minutos en agua salada, escúrralas y piquetas. Saltéelas en manteca junto con dos cebollas en rodajas y un ramito de perejil picado; agregue 300 gramos de salchicha sin piel, deshecha, sal, pimienta, nuez moscada, laurel y tomillo y saltee un poco más. Tapice una tartera enmantecada con masa comprada, rellénela con la preparación anterior y cuézala a horno caliente durante media hora. 

Tarta de limón: Haga una masa con una taza colmada de harina, dos yemas, 100 gramos de manteca blanda, cuatro cucharadas de azúcar, dos de leche, una de aceite y pizca de sal. Mézclela apenas y déjela descansar; extiéndala directamente sobre una tartera enmantecada, con los dedos, y cuézala a horno moderado durante quince minutos. Mientras tanto trabaje dos yemas con 250 gramos de azúcar y una cucharada de agua durante diez minutos; añada 200 gramos de manteca blanda, el jugo de los limones en el que se derritió un sobrecito de gelatina, las cáscaras ralladas y las claras a nieve. Vierta en la tarta fría y tenga en la heladera. 

Costillitas Luisiania: Fría doce costillitas de cordero, páselas por salsa blanca espesa, déjelas enfriar. Páselas luego por huevo batido y por pan rallado y fríalas en aceite. Sírvalas con bananas y rodajas de manzanas fritas en manteca.
(recetas extraídas de la revista siete días ilustrados por Aída Delgado)

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