Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

¿Se acuerdan de JOLY LAND?
Rosario en Carnaval tiene el atractivo de las estrellas actuando en sus escenarios, de volcar en sus principales clubes recaudaciones dignas de tener en cuenta. Pero este Carnaval tenía otra cara. Una rara con sonrisa y oyuelitos. Solamente había que ubicarla. El sol de la tarde golpeaba contra la vieja casona de la calle Urquiza.

El timbre llamó. Joly Land se extrañó al ver periodistas en su casa de Rosario.
—¿Cómo me encontraron?
Detallarle lo difícil de la búsqueda es más propio de una guía de turismo que de una nota periodística.
Mientras Roberto Pellizzeri aprestaba su cámara, Joly Land comenzó a hablarnos. Pausada, tan pausadamente que no tenía nada que ver con el torbellino de alegría que nos impactara desde el televisor.
—Es muy difícil que vuelva a Buenos Aires; aquí en Rosario me siento muy bien.
El "muy bien" lo subrayaba, su madre asentía ("«La nena» está mejor, sin tantos nervios"). Pese al tono, a la intención, la sonrisa no aparecía, los oyuelitos estaban ausentes. Aquella imagen de chica feliz del Club del Clan contrastaba con la seriedad de Yolanda Magdalena Juana Delisio de...
—No pongas de nadie, ya tuve demasiados de...
En verdad dos casamientos, el segundo con Ricardo Mejía "alma mater" de la nueva ola argentina. ..
—¿A usted le favoreció ser la esposa de Mejía?
—Por el contrario, creo que a él le convino.
—¿Y cómo explica que cuando se separa de él entra en el ocaso de su carrera artística?
—Eso nada tuvo que ver; todavía la gente me pregunta por qué no actúo.
—¿Y por qué no actúa?
—Es muy simple: no me llaman.
Su ausencia de los estudios, de la radio, de cualquier manifestación artística, hacía circular una versión dura. No ofensiva, pero fuerte. Entonces a uno le preocupa medir la pregunta. No querer lastimarla. Y en el otro platillo, la obligación de preguntar. Lo que lleva a mirar sus ojos, que se ven más tristes, sus manos que no se mueven nerviosas. El vestido verde con pescados grandes y dos niños sensacionales que revolotean a su alrededor.
—¿ Tiene problemas económicos ?
—Sí, pero no me estoy muriendo de hambre, como dicen por ahí.
Sus manos se crisparon un poco y su mandíbula pareció estar más apretada.
Ya nos había hablado de que todos los recuerdos estaban olvidados. Sólo era una defensa. Cuando empezamos a recorrer nombres, anécdotas, ella misma comprobó que "sólo los había tapado, como cuando enfundás los muebles en verano".
—Contra usted existe una acusación directa, formal...
—Sí, ¿cuál es?
—Que por su culpa y sus intrigas se destruyó el Club del Clan.
Entonces Joly Land se parece mas que nunca a la Joly Land de
nuestra imagen. Adquiere fuerza, decisión, y mira con firmeza para apoyar aún más su verdad.
—Esa pregunta hacésela a Chico Novarro.
—¿Por qué a él?
—Porque por su culpa se destruyó el "Clan". Una importante grabadora le dio un coche y 1 millón de pesos para sembrar la discordia.
Traté de buscar odio en esos ojos que me miraban fijo, casi sin pestañar. No lo encontré.
—¿ No le parece demasiado fuerte lo que dijo ?
—Me pediste la verdad, ¿no es cierto? Bueno, ahí la tenés.
—¿Y sus "celos" hacia Violeta Rivas ?
—Nunca existieron, eso fue un invento.
—¿Invento ?
—Mirá, yo te voy a contar cómo me enteré. Cuando tuve al segundo nene quedé un poco gordita y fui al médico para tratarme. Ahí me enteré de que Violeta estaba enojada conmigo. Te aseguro que lloré como una idiota; hacía media hora que nos habíamos visto y nos saludamos como si nada.
De aquellas figuras del "Clan" las suertes han sido dispares. Palito Ortega se convirtió en indiscutido "Rey". Violeta y Néstor contrajeron enlace. Jhonny encara un nuevo estilo. Raúl Lavié en México con su esposa, Pinky. Lalo Fransen, Nicky Johnes, Cachita Galán, etcétera, actúan con interrupciones en nuestro medio. Pero, ¿se siguen reuniendo, o el adiós al programa se fundó en desavenencias?
—Joly, ¿usted se comunica con la gente del "Clan"?
—Con algunos.
Y calló. Un nudo en la garganta la ahogaba, quizá el mismo síntoma que la noche anterior no le dejara presenciar desde el público la actuación de Palito en un club rosarino.
—¿Por qué no fue a saludar anoche a Palito?
—Bueno, tenía ganas, pero... Pero no quiero que Palito pueda pensar que me acerco a él porque necesito. Quiero que conserve de mí la imagen de amistad. Ya tiene demasiadas sanguijuelas a su lado.
Sólo un reproche, con palabras mordidas.
—Lamento mucho que no me haya invitado a su casamiento. Hubiese ido de muy buena gana.
Los niños ya están en la cama, mientras la abuela repite una vez más el cuento de Cenicienta. El ruido de pitos, matracas y algún disfrazado nos notifica que estamos en Carnaval. La tarde se pierde. Joly Land parece todavía más triste caminando por las calles rosarinas.
—¿Y en Rosario no va a hacer televisión ?
—Sí, posiblemente, estoy en eso.
—Lo que quiere decir que vuelve Joly Land.
Su labio inferior tembló, las palabras no salían de su boca. Nos mirábamos desconcertados. No había sido una pregunta "difícil".
—Joly Land se acabó..., quizás vuelva como escenógrafa, productora, animadora, qué sé yo...
El trayecto era en silencio. Con un no decir nada pesado, agobiante. Una chica se acerca, la mira y casi sin ponerse colorada le pregunta: ¿Usted no es Joly Land?
—No, soy muy parecida, todos me confunden.
Santos Biasatti
Fotos: Roberto Pellizeri

Revista Gente y la actualidad

07.03.1968

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