Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

Ninujin - Garcia Uriburu
REPORTAJE A LAS EXTRAVAGANCIAS

MARTA MINUJIN
Nació en San Telmo. Tiene 24 años. Está casada con Gómez Zabaini, un estudiantes de economía de 27 años. Tiene un hijo, Facundo, de 3 años. Está en Buenos Aires por 15 días. En EE.UU. la compararon con Fellini: filmó a los invitados a una de sus exposiciones.

NICOLÁS GARCÍA URIBURU
Nació en Buenos Aires. Tiene 30 años. Es arquitecto. Está casado con Isabel Álvarez de Toledo, modelo-vedette de Pierre Cardin. El mes pasado tiñó de verde las aguas de los canales de Venecia para lograr lo que él llama una “ambientación”.

¿Por qué fue al exterior?
Marta Minujin: En octubre de 1966 me salió la Beca Gugheheim para ir a N. York. Me dieron ocho mil dólares. Dos mil los separé para vivir. El resto, seis mil dólares, los dediqué a la construcción de la “cabina telefónica “Minuphone”. Es una cabina común, pero cuando el espectador entra se encuentra con las más increíbles sensaciones. ¡Es bárbara! ¡Me encanta! ¡Genial!
GARCÍA URIBURU: Fui a París becado por el premio Bracque, en 1965, fui por 8 meses y me quedé tres años.

Minujin¿Qué hizo en el exterior?
MM: Lo más importante fue una película para el “Center for Interamerican Relations’’. Pusieron a mi disposición catorce mil dólares. Yo filmé a los invitados a mi exposición. Ellos entraban a un cuarto y tenían todos los elementos que necesitaban para crear algo y una cámara oculta los filmaba. Además había un cóctel que también era filmado. Invité cuatro días diferentes a los “top" de cada especialidad: Los “top’’ de la moda, de los negocios, del arte, y de la política. Después les proyecté lo filmado. ¡Era divertidísimo!
GU: En 1967 expuse por primera vez en París en la Galería Iris Clert en una muestra individual que se denominó “María Antonieta y las favoritas de Francia”. Ese mismo año recibí el Premio Le-franc de la Joven Pintura. Este año expuse nuevamente en Iris Clert, “Prototipos para un jardín artificial”. Además, teñí las aguas de los canales de Venecia de verde para lograr una “ambientación”.

¿Qué estudios realizó?
MM: Estudié en Bellas Artes. ¡Qué horror! ¡Qué espanto! Me avergüenzo.
GU: Solamente estudié arquitectura. Dándole especial importancia a las materias, digamos, más “artísticas”, como Historia del arte.
¿Qué se considera dentro de la plástica?
MM: Una experimentadora. Me gusta estudiar la relación entre la gente. Me gusta crear climas y estudiar la relación entre la gente dentro de esos climas. En Estados Unidos dijeron que yo era una socióloga del arte, pero soy una experimentadora.
GU: Bueno, me considero un pintor. Yo he pintado paisajes de la Pampa, una serie sobre los colectivos porteños que lo considero la expresión más típica del folklore de la ciudad. Y además soy un experimentador. Por eso creo las ambientaciones. La idea es lograr una unidad de estilos en todo un ambiente. Por eso realicé una exposición en la que hasta la ropa combinaba con el ambiente. La ropa era de Cardin.

¿Qué opina de la critica?
MM: No me interesa. Estoy contra la crítica en general.
¿Qué opina de la crítica hacia usted?
No me interesa de ninguna manera.

GU: Es muy necesaria. Un buen critico puede dirigir la filosofía de un estilo. Pierre Restany dirigió la filosofía de todo un movimiento pictórico, el “Nuevo realismo”. En cuanto a mí la crítica me ha tratado generalmente bien. En algunos casos me ha ignorado.

¿Qué opina del Instituto Di Tella?
MM: Es en el único lugar donde se puede hacer algo. Lo más adelantado. Si no se hace algo ahí no se puede hacer en ninguna parte.
GU: Me parece atrasado. Clásico. Siempre lanza lo ya lanzado por los americanos. Se guían por la revista “Art International”: es la revista que promueve esa línea. El Di Tella está bien para la gente que no viaja Pero está pasado.

¿Qué opina de los hippies?
MM: Corrija: No es hippies, sino yippies. Es el último movimiento creado por la juventud americana. Son muchos más “creadores”, más artistas
GU: Me interesa mucho. Mi primera exposición de alguna manera fue premonitora de este movimiento. Yo invitaba a que se concurriera con pelucas y ropas como las que dos meses después pusieron de moda los hippies.

¿A qué plásticos argentinos admira?
MM: A ninguno. O sí. Ponga a Mesejian Cancela. Ah y ponga a Rodríguez Arias. Si, si aunque se dedique al teatro. O mejor ponga a ninguno.
GU: Berni, Durante, que es un pintor joven. Aizemberg. Benedict. Le Parc.

¿Está de acuerdo con su generación?
MM: Creo que no pertenezco a ninguna generación. Ni a ninguna clase. Ponga que somos “la generación de nadie”. ¿No es divertido?
GU: Creo que mi generación no ha dado todo lo que tiene que dar. Estamos creciendo.

¿Contra qué está?
MM: Contra todo el sistema establecido. Contra la burguesía. Contra la policía. Contra todo. Yo hago la guerrilla en la oficina.
GU: Trato de luchar contra lo convencional.

¿A favor de qué está?
MM: A favor de todo.
GU: A favor de crear un arte nuevo.

¿Qué opina de la competencia?
MM: No tengo. Además, no me importa nada.
GU: Es muy necesaria. Hace producir lo mejor. Fui a París para tener competencia. Ahora cuando vaya a Nueva York voy a tener mucha y me alegra.

¿Qué opina de la marihuana?
MM: Yo ya soy sobreexcitada por naturaleza. Pero creo que llegué tarde a los Estados Unidos para fumarla. Allí los chicos empiezan a los once años.
GU: No necesito estímulos de ese tipo. Me alcanza con mis sensaciones.

¿Se considera famosa/o?
MM: Sí. Sobre todo en los Estados Unidos.
GU: Me considero conocido por el público. La galería donde expuse en París es muy importante.

¿Qué opina del escándalo? ¿Lo usa para promocionarse?
MM: Es necesario o útil a veces. No. No lo uso para promocionarme. Ya soy bastante conocida.
GU: No lo creo conducente. El “escándalo”, si puede llamárselo así, que hubo en Venecia porque teñí las aguas fue casual. Un día antes los estudiantes habían realizado manifestaciones y por eso la policía intervino tan rápidamente. Pero fue casualidad. Antes ya lo había practicado en las aguas del Sena e incluso en el campo.

¿Para qué volvió a Buenos Aires?
MM: Me invitó el Instituto Di Tella. Yo no tenía ni para viajar. Querían que expusiera “Importation Exportation the Grooviest project in town”. Les costó mil dólares incluidos los pasajes: el mío y el de mi hijo.
GU: Para exponer en el Museo de Arte Moderno. Posiblemente ahora exponga en Uruguay, dentro de dos meses cuando me vaya de Buenos Aires, y hay posibilidades de una exposición en Chile. Especialmente vine por mi familia y mis amigos. Los extrañaba. Y extrañaba mi país.

¿Considera que el arte tradicional está perimido?
MM: Yo no reconozco un término de arte. Creo que el arte es una actividad, así que no creo en el arte como viejo o nuevo. No creo en el término arte. Lo veo como una funcionalidad.
GU: El arte siempre ha sido una revolución. Las revoluciones pasadas están colgadas en las paredes de los museos. El arte actual está experimentando, desarrollándose, creciendo.

¿Cómo considera su arte?
MM: Ya le dije.
GU: Mi pintura es barroca, alegre. Depurada en el color y compleja en la forma. Aunque mis últimos trabajos los realicé en flexiplast y son imágenes recortadas que se arman como un rompecabezas.

¿Le alcanzó el dinero de la beca para vivir?
MM: No. A veces vivía con los yippies.
GU: No. Pero mis cuadros se cotizaban bien: entre 200 y dos mil dólares.

¿Qué es lo que más lo aburre?
MM: Las rigideces. Últimamente me aburren casi todas las expresiones. El teatro, el cine, la televisión. Me gustaría tener un diario como el que tienen los yippies o una estación de radio. Creo que cuando vuelva la voy a tener. Por lo menos en las audiciones de Modart con RA.
GU: Nada. Salvo la gente aburrida. Y la gente aburrida es la que cuenta chistes cuando no tiene más nada que decir.

¿Qué opina del psicoanálisis?
MM: ¿Qué es eso? ¡Ah! ¿Lo de Freud? ¡Qué asco!
GU: Puede ser positivo en muchos casos.

Marta Minujin, ¿qué opina de Nicolás García Uriburu?
—Ay, no me haga responder agresividades. ¿Quién es? No lo conozco. Creo que puede hacer carrera difundiendo las creaciones de Pierre Cardin. Su carrera está en la moda.

García Uriburu, ¿qué opina de Marta Minujin?
—La considero una amiga.
Extra
09/1968

ir al índice de Mágicas Ruinas

Ir Arriba