Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

ana maria picchio
LA HORA DE ANA MARIA
La figura principal de “Breve cielo” desnuda su personalidad seria, talentosa y sencilla

UNA de las más importantes películas que se estrenó en lo que va del corriente año es “Breve cielo”. Aunque duró sólo seis días en cartel, no por ello dejó de reunir las mejores críticas cinematográficas del año, y muy en especial su protagonista femenina: Ana María Picchio. El filme significó su revelación artística y algo más, inesperado: el premio á la mejor actriz en el reciente festival de Moscú.
¿Quién es, cómo es Ana María Picchio? (Tal su verdadero nombre y apellido.)
—Nací y viví en Floresta, al lado del ferrocarril. Soy soltera y tengo novio (¿lo conocen?, es Héctor Pronzato, músico y actor. El mismo que le puso música a “La pucha”). Nos llevamos muy bien, porque estamos muy por encima de las superficialidades del ambiente. Ambos estamos convencidos de que nuestra profesión nos exige el mutuo apoyo y comprensión. Me reconozco hippie... Sí, hippie, pero mi hippismo no trasciende en la vestimenta ni en él descuido del cabello, sino en mis actos; pero no reparto amor ni paz indiscriminante. La TV me disgusta cuando encierra al actor en un callejón sin salida artístico y económico, y le obliga a trabajar en muchos programas a la vez, cercenando su capacidad. Yo aspiré siempre a trabajar en una sola cosa, en la TV, pero bien remunerada, para luego poder hacer teatro o cine, pero algo que artísticamente no sólo me guste, sino que sea trascendente. Por eso jamás voy a dejar de deberle gratitud a Leonardo Barujel, quien sin ver “Breve cielo” y, por supuesto, mucho antes de que me premiaran en Moscú, me contrató pagando cien mil pesos por mes, aunque no trabajase.
Ana María Picchio puede en esta su hora más gloriosa, y la que marca el comienzo de su etapa más hermosa, concretar sus anhelos. Será muy esporádica su labor en la TV, pero, como Alcón, será siempre en programas de gran calidad artística, como ya se la vio junto al mencionado actor en “Enrique IV”, y muy pronto protagonista de “El diario de Anna Frank” y otros espectaculares, en el 13.
Es egresada de la Escuela Nacional de Arte Dramático. Su labor de intérprete siempre buscó aquellas interpretaciones que pudieran significar un impulso positivo (sobre todo positivo) a su carrera. En tal actitud siempre puso su mayor tenacidad. El premio en este momento que satisface y reconforta a todos. Máxime cuando una joven como Ana María se le oye decir y repetir: mi sueño es ser la mejor actriz y mejor esposa.
Revista Antena
12.08.1969
 



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