Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado
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LA VIDA COMPENSA CON CRECES LAS HORAS PENOSAS DE MIRTHA LEGRAND PUEDE, sin duda alguna, asegurar que, recientemente, ha pasado horas de intensa amargura. Que ha vivido días de profundo dolor. —Días interminables. Tan amargos, tan dolorosos como lentos. —Bien, Mirtha, pero ya podemos contemplarla más linda que nunca. O, mejor, tan hermosa y tan bien como siempre, papa ser justos. —Muy amables. Me encuentro ya totalmente recuperada. ¡Hora era!, ¿verdad? "HORA ERA..." En verdad, no era que cesaran tantas penosas contingencias. ¡Como recordará el lector, una afección a la garganta obligó a Mirtha a internarse en una clínica, donde debió ser operada de las amígdalas. Quince días estuvo en ella,. y a poco de abandonarla, se fracturó un pie.! que hizo necesario un enyesamiento por espacio de un mes. Vivió, como es fácil suponer, horas realmente amargas. De intenso sufrimiento. Ahora, totalmente restablecida, parece como si la vida la compensara de tanta amargura: —En esos días —-ya en la clínica, ya soportando el yeso— hubo también algo tremendamente grato y emotivo. —Hablemos de ello, Mirtha... —Oh..., ¡aquí tienen! Nos señala un altísimo número de cartas. Cartas de amigos y admiradores. Cartas que, día a día, llegaban hasta ella ofreciéndole el más dulce de los consuelos y dándole fuerzas para soportar la amarga situación que vivía. —He respondido a muchas de ellas desde mi lecho, incluso. Las aguardaba con viva impaciencia, como pueden suponer. Acaricia alguna de ellas con sus manos: —Puedo asegurarles, amigos, que..., bueno..., que muchas de estas cartas me hicieron llorar, ¡llorar de felicidad y de emoción! Oh, he pasado horribles días últimamente. Todo por un accidente tan..., tan. . —¿Tan qué. Mirtha? —Tan ridículo... ¿Saben cómo fué? De lo más tonto. Visité en televisión un programa donde se me hizo un reportaje. Salí, y en la vereda de la radio tropecé violentamente. Por más esfuerzos que hice no podía andar... Menos mal que nuestro coche estaba cerca..., pero debieron llevarme a él en brazos... ¡Qué cosa! Al llegar a casa debí guardar cama. Al día siguiente, se me enyesó el pie... ¡Oh!... ¿Saben lo primero que hice cuando pude, volver a caminar? Ir al teatro. Vi "Diálogos de carmelitas", aceptando una invitación de su director, el prestigioso hombre de teatro español José Tamayo... ''ESPERO MUCHAS COSAS" —Bien. Mirtha..., ¿y, ahora... en este gratísimo período que será sin duda larguísimo? —Dios lo quiera..., pues bien, ahora, esperando. Aguardo muchas cosas. —Magnífico. ¿Entre ellas? —Digamos la ley del cine. Vive Mirtha Legrand, como todos sus colegas cinematográficos, la misma inquietud, aguardando esa ley del cine, proyectada por la Junta Consultiva; —Será —expresa— la que salvará y afianzará nuestra pantalla. Nuestra industria cinematográfica. —Todos aguardamos, Mirtha, la recuperación de nuestro cine. ¿Qué hará usted de inmediato en él? —¡Oh, una gran película! —¿Se refiere a "Rosaura a las diez"? —No..., me refiero a esa película, que será, sin duda, un gran film. Pero yo no la haré... "DEBO ACLARAR" —Debo aclarar, me parece, por qué no haré esa película, que, como saben, será dirigida por Mario Soffici, sobre un libro de Denevi. Muchas veces se dijo al público que la haría. —Perfectamente, Mirtha. —Cuando se me habló por primera vez para ser su protagonista, se me dijo que la figura masculina sería el famoso actor italiano Totó, o bien otra figura de igual proyección, señalándose también a Renato Raschel, el magnífico intérprete del film ‘El abrigo”. —Actores que exigían sumas muy elevadas, ¿verdad? —Verdad, y hubo que abandonar toda idea de contratarlos. Mi contrato resultaba, asimismo, muy elevado, claro... —¿Entonces, Mirtha? —Se produjo una larga pausa, durante la cual no se volvió a hablar más de "Rosaura a las diez", hasta que tuve noticias que se había ofrecido el papel a Narciso Ibáñez Menta, a quien considero, en nuestro medio, como el actor más indicado para asumir el papel de Camilo Cenegato. —Bien..., pero tampoco se concretó la intervención de Narciso... —En efecto. Se produjo otra extensa pausa. Y me encuentro con que debo cumplir el contrato que tengo con Artistas Argentinos Asociados. Es decir, que se me hizo totalmente imposible seguir esperando... COMIENZA A FILMAR —Como ven, sobre "Rosaura a las diez" no dije yo la última palabra. Aguardé largo tiempo para concretar la idea de protagonizarla. Ahora... —Ahora debe comenzar una película. —En efecto. Sobre un libro de Pondal Ríos, titulada "Estafa al cielo" Dentro de pocos días conoceré el nombre del director y el de los intérpretes que me acompañarán. —¿Qué personaje hará usted? —El de una muchacha de campo. Como lo oyen. Es un tema ciertamente social: gente que, atraída por falsos espejismos, viene del interior a radicarse en la Capital, donde el fracaso y la angustia se apodera de ella. —Bien, Mirtha..., ¿y la muchacha que usted hará? —Pues., tras muchas desilusiones debe renunciar también a la gran capital. Espero, sin duda alguna, que será una gran película. —Que así sea, Mirtha. "TEATRO EL AÑO PROXIMO" Sabe el lector —que también se ha preguntado muchas veces por qué Mirtha no actúa en el teatro— que la popular estrella de cine no ha trabajado jamás sobre un escenario. Muchas veces no dijo Mirtha por qué: —No me he atrevido nunca a hacerlo. El escenario impresiona intensamente a la estrella del cine. Inútil toda comparación. Inútil asegurarle amigos, directores de cine y de teatro que "trabajaría más tranquila en escena". —Pensaba en un escenario —nos dice—, y me estremecía. —Bien, pero alguien nos aseguró que no estaba muy distante la fecha en que la veríamos sobre un escenario. Ríe cordialmente Mirtha Legrand. —Puedo asegurarles que en verdad no está muy distante. Haré teatro el año próximo. Algo de esto ya le había dicho a ustedes, ¿verdad? Una magnífica sala... Una comedla muy agradable... “MAS APLOMADA... MAS SEGURA" —Entiendo estar, para asumir esa enorme y magnífica responsabilidad, más aplomada, más segura de lo que me consideraba en oportunidades anteriores. —Nos alegramos mucho, Mirtha, ¿en qué teatro actuará? —Voy a firmar contrato en estos días. No puedo, de momento, asegurar en cuál me presentaré. Sí que he de hacerlo. Sería, incluso, en una sala de la calle Corrientes. —Perfectamente... Tampoco sabrá entonces qué ofrecerá al público. —No podría darles el nombre de la obra. Sí, reiterarles que será una comedia brillante. Así como asegurarles que actuarán junto a mí grandes figuras de la escena y de la pantalla. Sí, amo mucho, muchísimo el teatro. Más de lo que yo pudiera expresar, lo dice este miedo mío. Este respeto extraordinario que he sentido por él. Gracias a Dios, emotivamente estoy resuelta a actuar sobre un escenario. Sólo pensarlo, puedo asegurarle que me emociona profundamente. —Pero, profundamente también, agrada al público saber que podrá finalmente aplaudirla en escena. ¿PASEOS? PUES... ¡TEATRO! Hace pocos días que Mirtha, como informamos al lector, puede caminar perfectamente. Nos lo recuerda para expresar que: —Mi primera salida fui para ver una función teatral. He visto mucho teatro recientemente. Espectáculos realmente magníficos los actuales. Vi a Francisco Petrone en "El gato sobre el tejado de cinc caliente". Luego "Proceso a Jesús", "Las manos sucias”, con Narciso. A Amelia Bence en "Testigo para la horca”, y a Delia Garcés en "Anastasia”. —Magnifico, Mirtha. Muchas de esas figuras nos dijeron de su grata visita. —Si, para agradecerles el espectáculo maravilloso que había presenciado. No quiere decir Mirtha que la mayoría de las actrices e Intérpretes nombrados la alentaron oportunamente a que ella se presentara en un escenario, seguros de que su simpatía, su talento y su personalidad habrían de depararle un suceso extraordinario. Suceso que, como Mirtha ha dicho, está dispuesta a realizar el año próximo. TOTALMENTE FELIZ Es feliz, intensamente feliz, la deliciosa estrella. —Además, me apresto a celebrar grandes acontecimientos. —Muy bien..., ¿cuáles son ellos, Mirtha? —¡Oh!..., muy encantadores. Danielito, mi hijo, cumplirá en estos días de agosto sus nueve años. Es verdad: ¡todo un hombre! Un delicioso hombrecito. Tras celebrar su cumpleaños, celebraremos el de la nena, Marcelita, que cumple media docena en octubre. Como todos los años, la casa se llenará de gente menuda... De criaturas, payasos, magos y, claro, cine... A qué hablar de golosinas, ¿verdad ? —Verdad, Mirtha..., olvidemos un instante los chicos. Se habló últimamente de un viaje suyo a México. México y Europa... —Si.... un viaje que ojalá no realice, amigos: un viaje que haré, si la situación de nuestra pantalla no mejora, como para seguir trabajando en el ritmo acelerado de otros tiempos. Pero yo. como todos cuantos algo tenemos que ver con el cine, estamos seguros que volverá a sus mejores épocas, superándolas, incluso. Nos acompaña Mirtha Legrand hasta la salida de su lujosa residencia. Dijimos a la estrella que la hablamos encontrado más hermosa, mejor que nunca. Es verdad. Podemos, con la sinceridad de siempre, repetirlo al lector. Revista Radiolandia 25.08.1956 |