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"MARIA FABIANA' en la vida artística de...
Nelly Meden por Antonio L. de Tejada No, Ña Fe. Nicasio siempre fué volvedor. Pedazo e’ zonza y cómo no lo había pensado en denante.” "—¿Ve estas muñecas, Ña Fe? Él me las fué trayendo e’tanto en tanto “¡Pa que aprienda que siempre pego la güelta”, me decía... y se ponía a reír pa darme tranquilidad y esperanza! Y como un hombre ansí, Ña Fe, aunque diga que no, ha de volver”. .. Es “María Fabiana” quien habla. Es María Fabiana, mujer hecha de ternura y amor, lograda en la encarnación del personaje tal y como la imaginó Guillermo House al escribir esa magnífica obra que es “El último perro”. “María Fabiana” es espera. Es la exaltación de la fe. Es la expresión de un amor inmenso, sostenido a través del tiempo, mientras quien lo lleva dentro del' corazón trata de sobrevivir y mantenerlo en toda su pureza en ese medio hostil; en esa llanura que rodea a la posta del Lobatón, que sólo conoce de la furia tremenda y despiadada del indio infiel. María Fabiana es hoy en la escena Nelly Meden y en la vida de Nelly Meden un personaje .casi símbolo, porque también en teatro su nombre fué espera; es fe y es expresión de un amor inmenso llevado en lo íntimo del corazón para sostener una vocación hermosa, alentada con el despuntar mismo de la adolescencia. Sobre las propias tablas, al decir de un autor “la más acabada de todas las escuelas de teatro”, fué delineando con trazo firme su figura hasta alcanzar, por fin, el halago de la crítica y el aplauso del público. Hemos querido recoger de sus propios labios, para CARAS Y CARETAS, esa pequeña historia a la que Nelly Meden tiene pleno derecho, y hemos cambiado con ella impresiones estrechamente vinculadas al arte al que ha consagrado su vida. ¿María Fabiana en la vida de Nelly Meden? Sí. Desde este ángulo hemos tomado la nota, porque estando en una platea en la penumbra del Teatro Nacional Cervantes, la vimos formarse paso a paso en uno de los ensayos de “El último perro”, bajo la mirada atenta de ese gran director que es don Armando Discépolo, hasta llegar luego a transmitirnos a través de la representación de la pieza entera, que ya bajó del cartel, la Intensa vida interior de ese personaje que es todo amor y dulzura. Fuera de nuestro Buenos Aires, hacia el oeste y un poco apartada del camino central, hay en Castelar una pequeña casaquinta ideal para “week-end” Allí, Nelly Meden va dejando deslizar plácidamente las horas, y en el alternar de un paseo en bicicleta, en la lectura de un libro, con algunas tareas de campo que son su “hobby”, una partida de cartas y hasta la meditación frente a la chimenea, encuentra Nelly Meden ese descanso tan necesario a la actriz. Nelly Meden habla, y su voz fresca es suave y persuasiva. —¿Quiere a María Fabiana? —Fué mi sueño de actriz —nos dice—. Desde que tuve en mis manos la novela de House, la imagen de la dulce esperanzada María Fablana quedó enraizada en mi alma. Pueden imaginarse cuánta y cuán grande fué mi alegría cuando don Armando Discépolo me habló de hacerla en teatro. Nelly Meden habla y nosotros escuchamos. Son los sueños de la adolescente. Allí están la Ilusión y el anhelo hasta llegar a la primera oportunidad. Lejos de nuestro Buenos Aires, en su ciudad natal, comienza a actuar en radioteatro, y en este carácter sobresalió precisamente en un período en el que se hacía casi imposible sobresalir. Pero había en ella una vocación incontenible. Pasión sin límites por el teatro. Nelly Meden trabajó y estudió. Paso fugaz por varias compañías. Pequeñas partes en “Historia de una escalera” y “Petit café”. De pronto, halla un personaje impregnado de matices y rebosante de ternura en la comedla de Abel Santa Cruz “Los ojos llenos de amor”. unidos a una gran vocación, llegan a formar una buena actriz. Su última labor ante las cámaras ha sido en "El cura Lorenzo”, la vida del padre Massa, película ésta que habrá de alcanzar amplia repercusión en todos los sectores. Toda esta labor fecunda, pero que es siempre para todo intérprete labor de formación, fué compartida también con el radioteatro. Queda callada unos instantes. Revuelve animando el fuego de la chimenea. Aprovechamos” el momento y preguntamos: —¿Teatro o cine? —Por sobre todo, teatro. Es lo que más siento, y por nada cambiaría esa emoción que llega hasta uno en el escenario cuando quienes van a vernos actuar nos premian con el sincero aplauso. —¿Proyectos? —Por ahora, la tarea cumplida en “El último perro”. Mi “María Fabiana” fué desde hace varios años el más caro de mis sueños de actriz. Se ha hablado para más adelante de una obra francesa. Esperemos... —¿Y en cine? —Se ha comentado que va a realizarse la versión de la obra de House. Pero, por ahora, son proyectos. Así hemos visto a Nelly Meden, sintiéndola íntimamente identificada en su vida artística con sus personajes. Así hemos visto a la niña que un día quiso ser actriz; que llegó a serlo, porque solamente precisaba un poco, un poquito de suerte, para mostrarnos ese inmenso caudal de fuerza Incontenible con el que se nace y que ella llevaba muy dentro del alma. Esa riqueza de vida interior que al transformarse en arte, lleva espontáneamente a los ojos alegría o tristeza, o, a la sonrisa, ternura o dolor. Caras y Caretas 10/1954 |
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