Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado
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PARA UNA HISTORIA DE ESPÍAS Por el Camarada X ALERTA DE SEGURIDAD ★ En Teherán se ha descubierto una red de espionaje en la que están implicados más de seiscientos oficiales del ejército. Pero no es sólo eso... HACE pocos días se informó que el gobierno iranio había descubierto una red de espionaje al servicio del comunismo, o de Rusia, lo que resulta un tanto increíble en cuanto se hace el balance y se toma el estado de las cuentas. Se dijo que poco menos de seiscientos oficiales del ejército iranio estaban trabajando al servicio del comunismo, organizados en una de las redes de espionaje más amplias de los últimos tiempos. La primera medida adoptada con respecto a esta desagradable aparición de miembros extranjeros del "cuerpo extradiplomático" de Moscú, consistió en dictar el estado de “alerta de seguridad”, término novedoso que actualmente se aplica a algunas purgas generales para terminar con la infiltración en los círculos militares. La organización fué descubierta el viernes 10 de septiembre y para la tarde del domingo 12 se había detenido a no menos de 453 oficiales del ejército y de la fuerza aérea, no teniéndose aun noticias del arresto de sesenta que para aquella fecha se hallaban prófugos. Pero lo interesante de todo es que el gobierno de Fazollah Zaíhedi dijo que la banda de espías financiada por Moscú había logrado infiltrarse en el ejército, la aeronáutica. las fuerzas de seguridad y la policía, y que algunos de sus miembros ocupaban puestos prominentes en las más elevadas posiciones. Ahora bien, ocurre que estos traidores prosoviéticos no trabajaban con el propósito de roer las columnas en que se apoya el gobierno, sino, por el contrario, de reunir información para los rusos sobre la “ayuda” norteamericana recibida por el Irán. THAT IS THE QUESTION! Actualmente es el espionaje el que está resolviendo muchos problemas en este pícaro y no tan redondo mundo. Y para el espionaje parece que está demasiado claro el asunto, con el lamentable resultado de que los pobres asalariados siempre reciben el apelativo de traidores y tienen que llevar a cuestas la pesadísima cruz que en cierto modo forman la hoz y el martillo, y que no siempre se la han ganado con los respetos de Moscú. Sino que les han colgado el sambenito, no ya por ser auténticos comunistas y sí por querer saber qué clase de ayuda prestan los pueblos que prestan ayuda. Indudablemente no es un asunto difícil de explicar, pero sí es difícil de comprender exactamente. Por empezar, debemos comprender que resulta casi imposible, como en este caso, que poco más o menos seiscientos oficiales del ejército y la fuerza aérea, la policía y las autoridades de seguridad se pongan de acuerdo para traicionar a la patria. Lo que ocurre es que, bien de otro modo, esos oficiales están tratando de defenderse del capitalismo —como ya lo hemos explicado en estas notas— que da apenas la posibilidad aparente de venderse al otro extremo. Es aquello de que cuando se lucha contra el comunismo hay que ser agente del imperialismo. Es decir que son dos las alternativas aparentes; o se entrega uno a los agentes de Wáshington, o es agente del comunismo. Decirlo así puede ser un tanto violento, pero no hay duda de que casi todos los países del mundo encuentran decisivamente manifiesta la acción de ambos bandos en pugna, y han descubierto que la técnica imperialista es demasiado abierta en cuanto se refiere a aquello de adosarle a uno las simbólicas herramientas del comunismo. Los que no estamos muy de acuerdo con la política protectora de algunos países muy desarrollados no nos sentimos enemigos de estos protectores, que consideramos a veces demasiado interesados, porque recordamos aquello de que “cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía”, pero también tenemos una serie de principios morales, basadas casi siempre en otros principios religiosos, que no nos dejan ser comunistas. El caso del espionaje en Teherán parece ser tan claro como el agua. Es algo así como la respuesta de los oficiales, posiblemente demasiado jóvenes, excedidos de nacionalismo, que han tratado de defender algunos principios elementales de tradición. Allá están frescas aún las manipulaciones del petróleo, y todo lo demás que ya sabemos. No obstante posible que los rusos, con esa habilidad que los caracteriza. hayan logrado infiltrarse, creo que en modo mucho menor del que se dice, en las filas de los ejércitos iranios. Esto no quiere decir tampoco que de sus escuelas de espionaje internacional hayan salido oficiales que hoy ocupan altos cargos en todos los ejército del mundo. Incluso en el de los países muy desarrollados. Buzón del Camarada X K. MARADA (Río Gallegos). — A usted le parecerá mentira que ciertas cosas ocurran en estas cuestiones del espionaje. Ese caso que me relata de un espía que lo era sin estar enterado no es nada del otro mundo, y es muy posible que así haya ocurrido esa aventura. Para entretenerse puede leer una novela policial reciente cuyo título es: “Pasaporte para el peligro” de Robert Parker, en la que se describe un caso similar al que usted me cuenta. Revista PBT 24.09.1954 |