Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

martin luther king
Tengo un sueño
Dr. Martin Luther King


Las cadenas
Han trascurrido cien años desde que Abraham Lincoln firmó la Proclamación de la Emancipación de los Estados Unidos de América. Pero hoy, , después de cien años, su país debe enfrentarse con una trágica realidad: el negro aún no es libre.
Su existencia está tremendamente lesionada por las cadenas de la segregación y la discriminación. Viven exiliados en una isla solitaria cuya única abundancia es la miseria. Cien años de esfuerzo para lograr una sociedad integrada han fracasado: los Estados Unidos siguen siendo una nación dividida en dos sociedades separadas y desiguales. Un hecho brutal (que los norteamericanos de raza blanca olvidan mientras que los de raza negra recuerdan constantemente) es que los creadores de los ghettos, los que los siguen conservando y al mismo tiempo condenando, son norteamericanos blancos. Y que, por su culpa, millones de negros no han conocido ni conocerán nunca, durante sus existencias. . . otra cosa que el ghetto.
Como resultado la gente de color se rebela cada vez con más indignación, cada vez con más vehemencia, ante las condiciones de vida que los rinden; ferozmente disconformes y miserablemente infelices. Nadie puede sentirse dichoso y satisfecho, mientras su. posición económica y social esté constituida por desventajas tales como: una ínfima posibilidad de instrucción, mucha desocupación, sueldos bajos, pobreza, superpoblación en las viviendas, enfermedades. Nadie puede sentirse dichoso y satisfecho mientras se sienta victima de injusticias policiales, mientras el color de su piel le impida alojarse donde quiera y estudiar donde quiera, mientras sus posibilidades de movilidad se limiten a mudarse de un ghetto pequeño a otro ghetto más grande.

represiónLos problemas
Atrozmente preocupado por los continuos desórdenes que se producen en el país desde 1963, el presidente Lyndon B. Johnson solicitó que se forme una comisión investigadora para determinar con exactitud lo ocurrido durante estos últimos años, las causas que provocaron los desórdenes y sus posibles soluciones. Dicha comisión, integrada por destacados dirigentes de estado y representantes de distintos ámbitos, trabajó afanosamente en la preparación, a comienzos de este año, de un extraordinario documento: el Report of the National Advisory Commission on Civil Disorders. Este informe fue publicado en forma de libro. De sus páginas surgen terroríficas realidades:
Desocupación: La desocupación sigue siendo muy elevada en comparación con la de la raza blanca: exactamente el doble. Esto significa que tanto social como económica y psicológicamente, los negros se encuentran en desventaja con respecto a los blancos, hecho que los hace sentirse inferiores, disminuyendo sus capacidades y posibilidades de encontrar trabajo. Resumiendo: se origina un círculo vicioso.
Pobreza: La pobreza se traduce en regímenes alimentarios deficientes, falta de atención médica, viviendas inadecuadas. Por lo tanto, un 30 por ciento de las familias de color sufre de enfermedades crónicas que perjudican sus posibilidades de trabajo. La proporción de pobreza en la raza negra es 3,5 veces superior a la de la raza blanca.

Salud y condiciones sanitarias
Los residentes de los ghettos son menos sanos que el resto de los habitantes de los Estados Unidos. Las enfermedades en general (y las enfermedades mentales en particular) superan el nivel de lo normal. Las posibilidades de utilizar los servicios médicos son inferiores. El porcentaje de mortalidad es infinitamente mayor. Y la mortalidad infantil resulta simplemente pavorosa.
Condiciones de viviendas: Se ha comprobado que la mayoría de las viviendas (en las ciudades donde se producen más desórdenes) son inadecuadas. El motivo principal por el cual la gente de color vive en "slums" decadentes es principalmente la miseria. Muy pocos poseen el dinero necesario como para refaccionar o mantener su casa en mejores condiciones. Además, la discriminación les ha impedido (hasta hace muy poco) el acceso en áreas más decentes. Por lo tanto, para muchos, la esperanza de modificar sus condiciones de vida es aún muy lejana.
represiónActos delictuosos: En el año 1967, la policía de los Estados Unidos informó que habían sido cometidos 1.754 actos delictuosos por cada 100.000 habitantes. La diferencia en el porcentaje de dichos actos, entre barrios residenciales y barrios humildes, es sorprendente. Pero aumenta notablemente en los barrios negros.
Actos delictuosos en barrios residenciales blancos: 1.038.
Actos delictuosos en barrios humildes blancos: 2.190.
Actos delictuosos en barrios mixtos de clase media: 2.418.
Actos delictuosos en barrios negros: 4.123.
Como resultado, la mayoría de los ciudadanos blancos que habitan en los barrios mixtos, tiene mayores probabilidades de ser víctima de robos, asaltos o asesinatos. Esto, lógicamente, los hace preferir aquellos barrios habitados solamente por gente blanca, aislando a los negros y formándose, de este modo, otro círculo vicioso.
A través de este breve resumen, vemos cómo la suma de la desocupación, más la pobreza, más las enfermedades, más las condiciones inadecuadas de vida en general, conducen a la, disconformidad y a un resentimiento que se traduce en actos delictuosos.

La amargura
Los resultados de la disconformidad y el resentimiento en que viven los norteamericanos de color se hicieron evidentes por primera vez, en forma violenta, en 1963. Esto fue agravándose hasta constituir un pavoroso problema para los Estados Unidos. A pesar de la complejidad de la situación, es obvio que la causa principal de estos desórdenes es el resultado de las humillaciones y las amarguras (reprimidas durante tantos años), producidas por la continua exclusión de los negros en los beneficios del progreso económico: la discriminación en cuanto a empleos y educación, el forzado aislamiento en cuanto a alojamientos y escuelas. Los ghettos en los cuales se encuentran hombres y mujeres desocupados, las escuelas en donde el niño es procesado en vez de educado (hasta que abandona los estudios y regresa nuevamente a la calle y al delito) no puede sino colmar a un ser humano de amargura y resentimiento hacia la sociedad en general, y de modo particular hacia los que ellos sienten responsables: losrepresión blancos.

Un nuevo estado de ánimo
Es lógico que todo ser humano aspire a compartir los beneficios materiales de su país, y junto a ellos la dignidad, el respeto y, sobre todas las cosas, la aceptación. Es a lo que aspira también la gente de color. Lamentablemente, sus aspiraciones no han logrado concretarse. La esperanza creada a través de sus victorias judiciales y legislativas en el Movimiento de los Derechos Civiles, los ha llevado únicamente a sentir una tremenda frustración, hostilidad y cinismo frente a la inmensa distancia entre las promesas y el cumplimiento de las mismas.
Como todos los pobres del mundo, los negros carecen de los medios de comunicación aptos para colaborar en la lucha para lograr sus derechos. Esta sensación de impotencia los ha convencido de que no existe otro medio sino la violencia para expresarse. Además, hoy, un nuevo estado de ánimo se ha apoderado de los negros y en modo particular de los jóvenes negros: es la estimación hacia sí mismos y el orgullo hacia su raza, que han reemplazado a la apatía y a la sumisión. Por lo tanto, el rol que juegan en los desórdenes civiles refleja un sentido compartido de conducta de indisciplina que se explica si se tiene en cuenta que esta nueva generación negra, al haber ganado confianza en sí misma, siente que no tiene que seguir aceptando la humillación de una ciudadanía de segunda categoría, y lucha con todas sus fuerzas para conseguir sus derechos.
Frases como “Poder Negro", “Conciencia negra" y “El negro es hermoso” han tenido un enorme éxito entre los negros de los Estados Unidos, especialmente entre los jóvenes intelectuales y estudiantes universitarios. ¿Qué quiere decir Poder Negro? En términos políticos significa acción independiente, un control negro del poder político de los ghettos y la elección de gente de color realizada a través de campañas organizadas por votantes negros. En términos económicos, Poder Negro significa la creación independiente de empresas negras y la formación de cooperativas dentro de los ghettos. En términos educacionales, Poder Negro representa un control sobre las escuelas del Estado dentro de los ghettos.
En su afán de resolver un problema que los perjudica y desprestigia frente a los ojos del mundo, los Estados Unidos tratan constantemente de hallar nuevas soluciones para un posible acercamiento entre blancos y negros. Una que ha surgido recientemente es la de permitir que los negros abarquen en forma más extensa el campo periodístico. Esto ha sido sugerido cuando los blancos se dieron cuenta de que sus medios de comunicación (al explicar los dilemas y las dificultades entre la raza blanca y la raza negra) habían fracasado, aumentando (irónicamente) la incomunicación. Porque el periodismo blanco olvida que se dirige a un público mixto y no a uno formado por blancos solamente, y al olvidarlo hablan de los negros en forma despreciativa, como si éstos no existieran, o por lo menos como si no supieran leer, escuchar radio o ver televisión. Al tomar conciencia de esto, su complejo de culpa los impulsó a tomar una actitud totalmente contraria a la anterior, permitiendo a los negros expresarse con absoluta libertad.

La gran verdad
Un ejemplo claro de la mencionada libertad son las palabras pronunciadas por el escritor James Baldwin durante la reciente trasmisión de un programa televisivo:
"Tienen que comprender que los Estados Unidos no es y no ha sido nunca una nación de blancos. Tienen que comprender que los poderes y las riquezas de este país pertenecen a la raza blanca y que deben compartir esos poderes y esas riquezas si desean sobrevivir. Tienen que comprender la existencia que lleva el hombre negro en este país, al tener que defender constantemente el color de su piel. Tienen que comprender lo que significa para un hombre negro criar a sus hijos y tratar de inculcarles que tienen el derecho de vivir. Ustedes saben lo que yo quiero: quiero lo que ustedes quieren. Ni más ni menos. Quiero que me dejen en paz y vivir mi vida como un hombre. Quiero vivir sin temores, sin humillaciones, sin esa exhaustiva lucha con ustedes.
“Quiero que sepan que no los respeto más. Quiero que sepan que ya no les creo más. Quiero que sepan que ya no me importa más lo que les pueda ocurrir. Porque ustedes no comprendieron ni comprenden que yo nací como ustedes, de una mujer; que sufro como ustedes y que moriré como ustedes.
"Si ustedes están convencidos de que el color de mi piel me hace pertenecer a otro orden de la creación ustedes merecen cualquier desgracia que les pueda ocurrir."
Al expresar lo que sentía, James Baldwin temblaba de indignación, de emoción. Y al finalizar su discurso, sus ojos se llenaron de lágrimas. El pastor blanco protestante que tenía que defender la posición de los blancos sólo pudo afirmar: “James, tienes tanta razón que me siento incapaz de agregar una sola palabra”. El programa finalizó con música solemne. James Baldwin había ganado una pequeña batalla. El, como Stokely Carmichael, el líder de la contraofensiva violenta, no cree en los métodos pacíficos de persuasión. Desgraciadamente, esos métodos no han demostrado ser eficaces: el doctor Martin Luther King, ganador del
Premio Nobel de la Paz, murió asesinado el 4 de abril de este año.

Mueren los hombres pero no las esperanzas
En uno de sus tantos discursos el doctor King dijo: “No debemos permitir que nuestras protestas de generen en violencia física”. Poco tiempo después seria asesinado. Ese mismo día, un hombre blanco llama do Robert Kennedy se unió al in menso dolor de la familia King expresando las siguientes palabras: “King entregó su existencia a la justicia y al amor entre los seres humanos. Para ustedes, que son negros y que sienten el deseo de vengarse contra toda la gente blanca, sepan que también yo he vivido las mismas sensaciones: un miembro de m¡ familia ha sido asesinado, y asesinado por un hombre blanco . . . Recemos por nuestro país".
Lo dijo ignorando que también él tenía los días contados, ignorando que también él moriría de la misma despiadada manera que el doctor King. Después de su trágica muerte, los Estados Unidos se vistieron una vez más de luto y una vez más revivieron las muertes anteriores, y una vez más se sintieron avergonzados e invadidos de culpa. Y con horror tomaron conciencia de que la violencia no existía solamente y únicamente entre blancos y negros, sino entre todos los habitantes del país.
En poco tiempo han muerto asesinados tres grandes hombres. Tres hombres que anhelaban la justicia y la igualdad entre todos los hombres. Han muerto. Sin embargo, lo que estos tres hombres han representado en la historia de los Estados Unidos no morirá jamás. Vivirá eternamente en el recuerdo de blancos y negros. Y estos últimos, que son los que más necesitan que se haga justicia y se comprenda la igualdad entre los seres humanos, esperan que llegue el día que tan fervientemente soñó el doctor King. Y mientras esperan, recuerdan las palabras del hombre que dio su vida por ellos:
“Tengo un sueño: que todos los hijos de Dios, blancos y negros, puedan tomarse de la mano y pronunciar las palabras de una vieja canción negra: ¡Libre por fin! ¡Gracias a Dios Todopoderoso, estamos libres por fin!".
Revista Siete Días Ilustrados
16.07.1968
represión

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