Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

armendariz / garcia puente
ARMENDARIZ: "Nacional, popular y democrático"

GARCIA PUENTE: "Quiero ser la vanguardia"

Buenos Aires: Dos radicales para un dilema

ALEJANDRO ARMENDARIZ (hijo), “Titán”, precandidato a gobernador de Buenos Aires por el radicalismo que lidera Alfonsín.
DATOS para una ficha personal: Armendariz es de Saladillo y desde allí ha hecho toda su carrera política. En 1954 fue concejal ... pero sólo por 6 días. El gobernador Aloe intervino la Comuna, única que ganaron los radicales; en el 58 fue candidato a intendente, pero resultó vencido “por el pacto”; del 63 al 65 fue concejal, y luego, durante el último año del gobierno de lilla, fue diputado provincial. En el orden profesional, Alejandro Armendariz es médico cirujano y jefe de cirugía del Hospital Posadas de Saladillo. Lo que sigue es el cuestionario preparado por la revista EXTRA.
—¿Cómo interpreta el hecho de que un grupo de “punteros” de la provincia haya saltado el alambrado al no gustarle la candidatura del doctor García Puente?
— Considero que los “punteros”, que ustedes indican, no son tales, sino que son dirigentes importantes de la provincia, la mayoría de los cuales ha ocupado cargos electivos en el orden nacional, provincial o municipal. Esto, dejando a salvo el alto concepto que me merecen los llamados “punteros”, hombres de barriadas que cumplen misiones ponderables. Pero aparte de ello, quiero decir que no creo que ése sea el motivo; no es que no les ha gustado la candidatura. Las informaciones que yo tengo es que había compromisos tácitos no cumplidos y esto ha determinado que estos correligionarios hayan decidido apoyar la fórmula Alfonsín-Storani.
—¿Qué se está jugando en esta elección: ideas u hombres?
—Este es un problema fundamental de mentalidad. El radicalismo necesitaba la aparición de un movimiento como el nuestro, que ha venido a revitalizarlo y ubicarlo en una linea netamente popular, como siempre lo pregonó Yrigoyen. En cuanto a los hombres, tengo enorme respeto sin distinción de su ubicación. Creo - eso sí— que Alfonsín tiene la imagen ganadora que necesita el radicalismo en la elección de marzo.
—¿La deserción de estos “punteros” (o dirigentes) varía el mapa electoral bonaerense?
—En este momento, con la reubicación de estos dirigentes, el panorama electoral varía radicalmente. La verdad es que por ahora (27 de octubre) nosotros estamos ganando la elección de Buenos Aires.
(Según algunos informantes, el alfonsinismo ganaría la provincia por diez mil votos.)
—¿Usted está a la derecha o a la izquierda de Balbín?
—Hablar de derecha o de izquierda a nosotros, los radicales, nos resulta difícil. Es mejor que fije mi posición concretamente. Me siento nacional, popular y democrático. En lo económico-social, soy partidario de la nacionalización del comercio exterior, en productos tradicionales, la nacionalización de los bancos que pasaron a manos extranjeras en la etapa de la Revolución Argentina y una política donde el Banco Central canalice el ahorro nacional y vierta el crédito hacia los grandes objetivos nacionales y apoye a la pequeña, mediana y
gran industria de sello argentino. En materia agraria estoy en una posición reformista por razones sociales, políticas y económicas y entiendo que los grandes latifundios deben subdividirse y venderse en propiedad a auténticos productores. Considero necesaria, además una distribución más equitativa del ingreso nacional. El sector trabajo participaba en éste, en 1966, con un porcentaje de alrededor del 40 %, y en la actualidad es del 35%.
—Si resulta electo, ¿qué va a hacer con la provincia?
—Nuestra prioridad 1 será la educación y la cultura, ya que tenemos conciencia de que debemos luchar frente a fuerzas que en todos los tiempos han pretendido colonizarnos culturalmente. Además, bregaremos por disminuir el analfabetismo, que en el ámbito bonaerense era, según el último censo, del 5,6 %. Trataremos de aumentar el índice de escolaridad, que en la escuela primaria es del 87,8 por ciento y en la secundaria, del 41,4 %. También nuestra preocupación alcanzará al gremio docente, en un intento por jerarquizarlo, pagándole sueldos que estén de acuerdo a la responsabilidad de su tarea y terminando con la inestabilidad que padece: alrededor de 13.000 personas, en su condición de provisional y suplente. La salud la consideramos como un derecho social básico y por lo tanto el Estado debe asegurarla a todos los habitantes. Propiciamos un seguro de salud integrado dentro de un sistema de seguridad social. En lo que hace a la infraestructura social, atacaremos con decisión el problema de los desagües en el conglomerado bonaerense. Los desagües cloacales y las aguas corrientes trataremos de instalarlos en todas las ciudades de la provincia, siguiendo con la política del gobierno de Anselmo Marini que, en treinta meses, triplicó la capacidad instalada en esta materia.
Asimismo, en obras públicas trataremos de consolidar la infraestructura económica a través de una vigorosa política energética y vial. La solución del problema habitacional será preocupación permanente y volcaremos recursos necesarios en forma directa a través del Instituto de la Vivienda; en los 4 años erradicaremos las villas-miseria.
—Si Balbín gana en el orden nacional y usted en la provincia, ¿se sentiría cómodo?
—Considero que el doctor Balbín es uno de los grandes repúblicos con que cuenta la Nación, con un bien ganado prestigio a lo largo de una lucha denodada en defensa de las instituciones democráticas. Por ello, no sólo me sentiría cómodo sino que también honrado de compartir la misma boleta en la elección de marzo.
—Se dice que existe la posibilidad de que el radicalismo finalmente integre listas conjuntas con el peronismo. ¿Cómo ve esa posibilidad? ¿Le molestaría demasiado resignar el primer término de la fórmula en favor de un justicialista?
—En lo que al Movimiento Renovador respecta, yo pienso que esto no tiene ninguna posibilidad. Nosotros de ninguna manera vamos a hacer alianzas con el peronismo ni con ningún otro partido... ni con el Gobierno; está de por medio la trayectoria antiacuerdista del partido; en política nunca dos más dos son cuatro; y finalmente, las coincidencias deben hacerse a través de programas que el pueblo vote y no de fórmulas que en última instancia resultan del acuerdo de dirigentes al margen de la soberanía popular.
Quiero agregar algo que no figura en su cuestionario. Me gustaría decir que siento un profundo respeto por el ocasional adversario, el doctor García Puente, a quien considero uno de los grandes valores del partido, con condiciones intelectuales y capacidad de trabajo como para ser un brillante gobernador de la provincia de Buenos Aires.

VICTOR GARCIA PUENTE, precandidato a gobernador de Buenos Aires por el sector balbinista de la U.C.R.
DATOS para una ficha personal:
45 años, casado, dos hijos, abogado, García Puente ejerce intensamente su profesión. Desde hace tres meses su principal actividad ha pasado a ser la política. Actúa en ella desde que tenía 18 años; a los 25, resultó electo concejal por Arrecifes. Fue funcionario de la Revolución Libertadora (1957), desempeñándose como subsecretario del Interior cuando ejercía la titularidad de esa cartera el doctor Alconada Aramburú. 1960-62; miembro del consejo superior de la Universidad de La Plata. 1963-66: presidente del bloque de diputados nacionales de la UCRP.
Sus opiniones:
—¿Usted sigue siendo un hombre de la Revolución Libertadora?
—Pertenezco a un partido y participé de su esfuerzo por procurar la no revancha. Pensaba eso en 1955 y lo sigo pensando ahora. Si en el país no nos unimos no hay empresa que vaya adelante.
—¿Cómo interpreta el hecho de que un grupo de “punteros” de la provincia haya “saltado el alambrado” al no gustarles su candidatura?
—Digo simplemente que lo nuestro es la evidencia práctica de la democracia interna, con todas sus características. Los hombres no están atados a ninguna posición y se expiden según los casos, según su juicio respecto de la situación.
—Pero esto contradice lo que siempre dicen los radicales. Afirman que van a la lucha interna por ideas y después cambian de bando por cuestiones de hombres...
—Esto es muy importante. Pretendemos integrar un grupo interno que hace de los principios su principal prioridad, y nos sujetamos a esto, independientemente de cualquier alternativa electoralista. Paradójicamente, quienes pretenden monopolizar la posición principista están cayendo en el apetito de votos.
—¿La deserción de estos “punteros” compromete sus posibilidades electorales?
— De ninguna manera.
—¿No son cualitativamente importantes?
—Lo son, pero pensamos que la mayoría de los afiliados será fiel a los principios.
—¿Usted está a la derecha o a la izquierda de Alfonsín?
—El radicalismo es una permanente avanzada social y yo pretendo estar en la vanguardia.
—Usted tiene perfecta noción de lo que significa la posibilidad de gobernar la provinica de Buenos Aires. Si resulta electo, ¿qué va a hacer con el poder?
—Gravitar con la importancia de la provincia en la determinación de políticas nacionales en el orden económico, social y cultural, para que se opere el proceso del cambio hacia la justicia y la paz.
En lo específico, atenderé prioritariamente los problemas de la infraestructura social: vivienda, salud y educación.
—Si Alfonsín gana en el orden nacional y usted en la provincia, ¿se sentiría cómodo?
—Los dos somos radicales, pero descuento el triunfo del doctor Balbín.
—Existe la posibilidad de que el radicalismo finalmente integre listas conjuntas con el peronismo. ¿Cómo ve esa posibilidad? ¿Le molestaría demasiado resignar el primer término de la fórmula en favor de un justicialista?
—Lo que está en juego no es la recomposición de fórmulas electorales para servir una formalidad política. Lo que juega es la convicción que tenemos la gran mayoría de los argentinos de que debemos unirnos liara recomenzar una empresa nacional que tenga fuerza y respaldo suficiente para romper los obstáculos que tienen al país estancado y poder lanzarlo a la vigencia del proceso de desarrollo. A este objetivo deben supeditarse todos los demás aspectos formales.
Revista Extra
11/1972


ir al índice de Mágicas Ruinas

Ir Arriba