Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

carlos perciavalle
Carlos Perciavalle entrevista a Carlos Perciavalle
Le pedimos a Carlos Percivalle que antes de viajar a Madrid le hiciera un reportaje a Carlos Perciavalle. Y lo hizo. Uno de los más refinados "dueños de la noche", uno de los creadores más Imaginativos, nos entregó este reportaje.

RIIING... "Hola, soy Carlos Perciavalle, de la revista EXTRA. Quisiera hablar con Carlos Perciavalle «Superstar»." Silencio del otro lado. Luego, una voz semigutural dice: "Soy yo, ¿qué tal?" "Bien, gracias. . . Queremos hacerte un reportaje. Sabemos que vos también te vas para España." "Superstar" no se da por aludido. En los tiempos de Perón era demasiado chico y el venerable anciano no le dice nada por el momento. Por el momento. Son las nueve de la mañana y se acostó hace sólo dos horas. Pocas cosas le deben importar menos en este momento que el célebre exiliado. "Superstar" se repliega entre las sábanas de su cama y con voz afónica contesta: "Vengan a las cinco por casa. Los espero. . . sin fotógrafos, por favor. . . anoche di una fiesta en casa, todo es un desastre. . . el flash me hace mal a los ojos. "Superstar" adora dar la imagen que está dando en ese momento. "Entendido." El clic le retumba en la oreja como un cañonazo. Abre un ojo y lo vuelve a cerrar. . . Hay vasos rotos por todos lados, patas de pollo a medio comer aplastadas contra la "moquette", vasos sobre la tapa del inodoro, cigarrillos apagados contra los vidrios y las puertas, sillas dadas vuelta . . . Una hecatombe de discos se extiende entre cables y parlantes, servilletas de papel. . . Brassens se codea con Rimoldi Fraga y Los Beatles. . . "Superstar" es un hincha bárbaro del hijo político del presidente. . . Lo vio en "Argentino hasta la muerte"; fue dispuesto a lo peor y salió hablando maravillas de la película . . . ¿Qué quieren de mi? ¿Qué quieren que les diga? Me duele la cabeza, no entiendo nada, se me acabaron los Migral ¡qué mala pata!, tengo un lío espantoso aquí dentro."
Mientras tanto, Carlos Perciavalle, en la redacción de EXTRA, piensa que "Superstar" es un tipo insoportable, pero que no tiene más remedio que hacerle la nota porque Neustadt se lo pidió. No es su primer trabajo como periodista, pero este reportaje lo pone de mal humor. "¿Quién es este tipo que se ríe de todo el mundo, que critica a los ricos, a la gente bien en lugares al que sólo tienen acceso justamente los ricos y la «gente bien», un tipo que al mismo tiempo juega al bridge en el Ocean Club de Mar del Plata? ¡A éste se le subió la moda del café-concert a la cabeza! Se atreve a hablar mal de Lucho Avilés y demás miembros de la farándula. . . si hasta tuvo el descaro de meterse con Silvina Bullrich... ¡Que se ríe de los jefes de Estado, del Papa, de Jacqueline Kennedy! Tiene razón Daniel Tinayre cuando dice que Perciavalle "Superstar" como actor es el producto de una
oligarquía decadente que se aburre y necesita bufones." Carlos Perciavalle reportero piensa que es cierto y que lo va a agarrar por ese lado. "Le haré pasar un mal ralo."
A las cinco de la tarde Perciavalle reportero toca el timbre de Perciavalle "Superstar". Se dan la mano. "Superstar" sonríe por compromiso. "Está tratando de ejercitar ese ángel especial que tiene, ese ángel que le permite insultar a gente respetable y de trayectoria encomiable y ejemplificante." Eso piensa el astuto reportero. Acto seguido se sienta y ataca.
C. P. Reportero: —"¿Por qué te vas de la Argentina?"
C. P. "Superstar": —"Me pagan muchísimo, ¿viste? Es Europa, estás a un paso de París, de Londres, es la posibilidad de una carrera internacional... estamos tan lejos de todo." 'Superstar" se queda en silencio mirando hacia la ventana que da a un jardín. Judy Garland está cantando "A foggy day in London town".
"Superstar" quisiera tener un mucamo llamado Jarvis, vestido de impecable librea en pleno mes de enero. Pero "Superstar" trabaja en un país subdesarrollado. "Un país que está tan lejos de todo." Lo piensa y pone cara de la frase que dijo hace un momento. Reportero insiste: "Sin embargo, acá te ha ido bien. Yo te conozco hace tiempo, desde «¡Help, Valentino!» Vos vivías en un cuartucho, tomabas café con leche en Nothel, sin medias lunas porque no te alcanzaba la plata. En aquel tiempo estabas siempre de buen humor, te ¡levabas el mundo por delante. Hoy tenés un campo, un auto, un departamento. Mucha gente trabaja toda la vida y se muere en una casa alquilada, sin campo y sin siquiera un monopatín."
"Superstar" piensa en el disco de Judy Garland. "Un día de niebla en Londres" .... un siglo de niebla en mi continente. . . una hora de niebla en mi vida. . . ¡Qué confusión! ¿Qué tiene que ver todo esto? . . . ¿Por qué temé tanto whisky anoche? . . . Reportero se vuelve implacable: "Te encanta enrolarte con los protestones, con los desconformes, secretamente te crees un izquierdista, un comunista tal vez, pero llegado el momento de las definiciones, cuando la batalla hay que librarla aquí, en éste tu país, que está tan lejos de todo como vos decís, sólo pensás en rajarte a España, porque es un buen mercado. Perdóname "Superstar", me hacés reír mucho cuando te veo actuar, pero la gente como vos no me gusta. Nuestro continente entero va a dar el gran salto, el salto hacia sí mismo, en profundidad... es algo en lo que pienso de noche y no me puedo dormir."
"Superstar" no se mueve de su silla. Vacila. Ha perdido el hilo de su conducta interior. Luego reacciona. "¿De qué me hablás? ¡El periodismo se te subió a la cabeza! ¿Por qué actuar con coherencia? . . . ¿Quién lo hace? Este es el país de la fonomímica... No sólo los chicos de «Música en Libertad» mueven la boca mientras atrás cantan Frank Sinatra o Elvis Presley. Gente bastante más importante lo hace... Tipos en los que otros confían. Señores serios a los que les mandan las cintas grabadas en otros países, grabadas por tipos que nunca fueron muy afinados que digamos. Además, te voy a decir una cosa. Me urge hacer. Quiere hacer. Quiero hacer ahora. No cuando tenga 200 años y me metan como a una reliquia a sacudir mis fantasmas junto a las telarañas del Teatro San Martín. ¿No te das cuenta de que el auto, el campo, el departamento, no tienen nada que ver, no me significan nada? Yo vivo igual que antes. Aunque no tan igual, reportero. Es cierto que estoy perdiendo la alegría. Quizás no la recupere más. Dejame que lo intente. Son cosas que no tienen nada que ver con los países. Están en uno. Son uno mismo. ¿Qué querés, que vaya a decir monólogos a los sindicatos, a las fábricas? ¿No te das cuenta que ellos necesitan otras cosas más urgentes, que ni yo ni ningún otro protestón les podemos dar?... Y al mismo tiempo, te repito, no quiero aniquilarme, me niego a ser un miembro más de una generación de antemano frustrada. Cuando veo a mis sobrinos, a los hijos de mis amigos, me siente culpable. No me preguntes de qué. No lo sé. Un día, alguien aparece y me ofrece un contrato y la posibilidad de trabajar para mucha gente. Mucha. No sé si vos que sos reportero sabés lo que eso significa para un artista. Hubiera preferido que fuera mi gente. Pero parece que por ahora no puede ser. Y no sigo más, porque 9sto me hace mal. Por eso me voy."
"Superstar" atiende el teléfono. Lo invitan a un cóctel, el miércoles a la noche: "Anotó, no te olvides, viene todo el mundo, ¡un amor!; ponete lo más loco que tengas en el placard, viene gente de Nueva York y quiero que conozcan a la gente más divertida de Buenos Aires. . .". "Superstar asiente con la cabeza.
"Sorry, reportero. . . La nota no te va a servir... ¿Vos querías algo divertido, no? Pero fijate que no estoy divertido. Debe ser por todo el whisky que tomé anoche y la gente que me dejó la «moquette» a la miseria, ¿viste?."
Carlos Perciavalle
Revista Extra
11/1971

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