Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

hugo del carril
EXTRA con Hugo del Carril
"ARTE, PUEBLO, YO"
A los 58 años, el vigor y la certidumbre definen la dimensión actual de H. del Carril. Vigor para realizar los esfuerzos sin duda más trascendentes de su vida artística. Certidumbre, de hierro, en cuanto a su porqué esencial, al sentido inevitable que entiende debe tener la misión del artista aquí y ahora. Charlamos largo sobre esa certidumbre. Entendimos los porqués. Más bien diríamos que los "sentimos", contagiados de ese vigor que le pone cemento a la convicción: "Arte y pueblo están divorciados ahora en la Argentina; yo haré lo mío para que vuelvan a encontrarse". Votamos por que lo hará.

NUESTRA primera banderilla para pulsar ese vigor y esa convicción que intuimos es una cita aparecida en un semanario (‘‘Confirmado”), referida al proyecto de filmar la vida de Eva Perón. La misma, en boca de un anónimo “viejo amigo de Perón”: “Sólo un ciego no pudo haber advertido que esa película no comenzará a rodarse nunca”...
La reflexión alude a una supuesta orden de Perón en cuanto a que el libro de “La dama de la esperanza” sea escrito por una comisión de trabajo presidida por Jorge Daniel Paladino. Y como pensamos que entre las prendas personales de Paladino no debe encontrarse precisamente la de guionista cinematográfico, preguntamos:
—¿Cierto?
—Falso. En principio el libro será escrito en colaboración por un grupo de escritores que en estos momentos estoy seleccionando, pero en última instancia todo depende —exclusivamente— de mí y del general.
—¿Cuánto se calcula que costará la película y cómo se financiará?
—Pensamos en un presupuesto de alrededor de 150 millones de pesos y la financiarán entre 40 y 50 peronistas, a los que se les devolverá el dinero —sin interés— con las primeras recaudaciones.
Indudablemente negocio seguro, si los hay hoy todavía en la Argentina, éste de filmar la vida de Evita. Hugo comparte el criterio, augurando una recaudación que oscila entre 6 mil y 8 mil millones de pesos viejos.
Mucha plata, muchas tentaciones, mucha malicia... pensamos. Y se lo hacemos notar.
—Es verdad. Por eso yo imaginé todo un sistema de control, que aprobó el general, como para que no se pueda filtrar ni una moneda...
Y se explaya sobre un prolijo, casi demasiado, mecanismo de comisiones encargadas de fiscalizar el movimiento y destino de todo el dinero que se moverá en torno del proyecto. En realidad, el film parece ser el punto de partida económico de un plan que va mucho más allá de la mera realización de una película.
—El dinero se destinará a socorrer colegios, asilos, etc. La idea final es que ésta sea la primera piedra para reconstruir lo que fue la Fundación María Eva Duarte de Perón.
Mientras escuchamos, se nos ocurre que a más de uno se le deben parar los pelos ante la posibilidad y nos parece oír ya reflexiones como: ¡Esta Evita.... hasta después de muerta...!

EVITA CAPITANA, PERO NO TANTO
—Con el general nos pusimos de acuerdo, y él hizo particular hincapié en esto: el film no debe servir para remover odios. Por eso estará dedicado —esencialmente— a la actividad social y humanitaria que desplegó Evita, soslayando lo político y combativo, que constituye —al fin y al cabo— un porciento menor en su obra.
"Estrategias" aparte, averiguamos que el film durará alrededor de tres horas, dividido en dos partes; que contendrá buena cantidad de material documental, que puede ser que lo abra y cierre Perón. (“Me ofreció toda su colaboración”); que se está buscando a la mujer que dé el máximo parecido físico y que la historia quizás comience con el terremoto de San Juan.
—¿Habrá un Perón de ficción? —No.
Y basta de película; porque los desvelos de Hugo se concentran también en otro proyecto, quizás más significativo y trascendente: la erección de una serie de “carpas del pueblo”, donde se ofrecerán espectáculos de calidad y económicamente accesibles. Nos acordamos de Lorca y de Jean Vilar..., pero no hacemos la comparación, demasiado sofisticada frente a este intuitivo.
—La primera carpa la inauguramos muy pronto, en una playa de estacionamiento, en Callao y Corrientes. Será una experiencia piloto. Si sale bien, veremos cómo vamos instalando otras en los barrios para luego extendernos al Gran Buenos Aires. Cobraremos barato, entre 400 y 500 pesos, y daremos de todo: espectáculos musicales, sainetes, teatro serio... ¡pero todo muy argentino, nada importado!
El plan parece vino calentándole la cabeza. Mahoma-arte va a la montaña-pueblo. ..
—Precios al alcance del público nuestro, espectáculos para ese público y escenarios levantados donde está ese público... ¡Es un sueño que me viene de antaño y que ahora se hará!
Vigor y convicción. Los mismos que le dictan otra certeza, que no sabemos muy bien a santo de qué apareció en el diálogo:
—¡Los actores tienen que militar en política, deben representar a su clase! Tenga la seguridad de que en el próximo Parlamento habrá por lo menos un diputado actor...
¿Elecciones?.. Ante tanta seguridad, hasta la palabra más problemática de nuestro presente político parece perder su connotación de incertidumbre. Y ahí se nos ocurre que quizás sea así, a machamartillo, contra el océano de escepticismo que nos ahoga, que arribaremos a las benditas elecciones. Sin proscripciones. Hasta con diputados actores. .
—Si usted lo dice...
La cara se le ríe. No entiende la duda. Siempre eligió tajantemente. Por eso no nos sorprende demasiado la inesperada afinidad con alguien: el intendente Saturnino Montero Ruiz.
—Me gustó. Lo entrevistamos para contarle nuestros proyectos y se entusiasmó, prometiéndonos toda su adhesión. Y estoy seguro de que él también pertenece a la raza de los que piensan que mejor que decir es hacer.. .
Nos vamos pensando que el Gran Acuerdo Nacional puede estar, pese a todo, al alcance de la mano.
EXTRA
Agosto 1971
 

ir al índice de Mágicas Ruinas

Ir Arriba