Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado
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Dos OPINIONES SOBRE los DISCURSOS PRONUNCIADOS en la INAUGURACION
DE L R A Con motivo de la inauguración de L R A, Radio del Estado, ocurrida el pasado martes 6 del corriente, RADIOLANDIA ha querido auscultar la opinión de nuestros “broadcasters” y con ese fin ha reporteado a los señores Alfredo Schroeder, ingeniero Antonio C. Devoto, vinculados a la radiodifusión argentina desde sus albores, y ampliamente autorizados para emitir un juicio ponderado. A nuestro requerimiento, el propietario de L R 4, Radio Splendid, nos responde con su característica amabilidad: Del Ing. ANTONIO DEVOTO EL “broadcasting” argentino no puede recibir sino con vivas muestras de satisfacción la incorporación del Estado a las actividades de la radiodifusión. La inauguración de L R A, al par que concreta una legítima aspiración en todo Estado moderno, pone de relieve, en este caso particular, el concepto que merece a nuestro gobierno la función del “broadcasting”, concepto que no han vacilado en poner públicamente de manifiesto, y en términos que constituyen un reconocimiento y un halago para el “broadcasting” privado de la Argentina, el primer magistrado y el director general de Correos y Telégrafos, en los discursos pronunciados durante la ceremonia de inauguración. Véase si no este párrafo del discurso del doctor Risso Domínguez: “Las “broadcasting” argentinas han proporcionado a la cultura popular un aporte amplio y fecundo, abarcando las zonas pobladas de nuestro territorio, llegando hasta las vastas soledades que aún dividen y aíslan los pueblos en ciertas regiones del país; la voz argentina de radiodifusión ha ido elaborando, en la vinculación del arte y del trabajo, esa unidad de gusto y de espíritu que caracteriza a los seres que buscan su propia superación. ”Y es justo reconocer que los “broadcasters” argentinos han llenado esa tarea en forma digna y eficiente, en un esfuerzo que satisface y halaga, de lo que me es grato dejar constancia en este momento”. El general Justo, que tiene ya dadas reiteradas pruebas de la simpatía y el alto concepto que le merece la función del “broadcasting" y que ha sabido emplearlo en todas las oportunidades en que ha considerado necesario llevar al pueblo del país la palabra de sus gobernantes, ratificó en su discurso el juicio del doctor Risso Domínguez. Personalmente conceptúo —y sin duda ha de ser ésta también la opinión de mis colegas— que la aparición en el éter de la "broadcasting” oficial merece la cálida acogida y adhesión que le ha sido prodigada por el “broadcasting" privado del país, y señala un acontecimiento honroso en la historia de su desarrollo radioeléctrico. El presidente de la ADEBA, por su parte, nos dijo: En los instantes previos a la conexión de la cadena de la ADEBA en la transmisión inaugural de L R A, Radio del Estado, tuve oportunidad de expresar públicamente la adhesión y el saludo del "broadcasting” privado de nuestro país a la radiodifusión oficial de la Nación, que comparte con aquéllas un lugar en el espectro de frecuencias. Gustosamente he de ratificar ante los lectores de RADIOLANDIA, la opinión que emití en esa oportunidad, interpretando mi propio pensamiento y el de los “broadcasters” argentinos congregados en la ADEBA. La radiodifusión es hoy día un complemento necesario e indispensable en la función de los gobiernos. Cada vez más acentuada y manifiesta es la predilección de los gobernantes por el maravilloso medio de difusión instantánea que proporcionan las ondas hertzianas, y ningún acontecimiento transcurre en las esferas gubernamentales de los pueblos sin que asigne al “broadcasting” un lugar de preferencia entre los vehículos que han de darle repercusión y publicidad. En nuestro medio, y según lo han reconocido en términos elogiosos el primer magistrado y el señor director general de Correos y Telégrafos, el “broadcasting” privado, desarrollado bajo la tutela y la orientación oficial y el calor de un auspicio público creciente, que es justo premio a los esfuerzos de los “broadcasters”, ha prestado su concurso con entusiasmo y desinterés cada vez que las autoridades del país se lo han reclamado, para transmitir al pueblo de la República la palabra de sus mandatarios. La "broadcasting” oficial viene en hora buena a complementar la labor que cumplen y seguirán desarrollando en ese sentido las estaciones particulares. La función gubernativa de un Estado requiere necesariamente los servicios de un portavoz especialmente dedicado a difundir los acontecimientos que a cada instante se suceden en la vida administrativa de la Nación, y en los múltiples y complejos resortes de los organismos, dependencias e instituciones que custodian su patrimonio y laboran por su progreso. Es, como se ha dicho, una función distinta, pero necesaria, la que está reservada a la radiodifusora del Estado en el concierto de nuestro "broadcasting”. Su advenimiento es, pues, un acierto de profunda significación que merece nuestros mejores aplausos. Radiolandia 17.07.1937 |
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