Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

mirtha legrand
ESTO HICE EN MEXICO
Mirtha Legrand
ELEGIDA “REINA DE LA PRENSA” EN EL FESTIVAL DE ACAPULCO, EXPLICA A “PLATEA” EL FASTO EN QUE VIVEN LAS ESTRELLAS MEXICANAS.

CON un peinado muy moderno, con el cutis tostado por el sol de Acapulco.
—lo que hace resaltar aún más las dos aguamarinas de sus ojos—, Mirtha Legrand está más bonita que nunca.

Invitada especial (junto a Atilio Mentaste a la “Reseña mundial de Festivales Cinematográficos”, de México, nuestra estrella vuelve encantada de las atenciones y agasajos recibidos, y entre ellos el que más la ha emocionado y halagado ha sido el ser coronada con la simbólica corona hecha con papel de diarios, nada menos que por Jack Lemmon, como la “Reina de la Prensa”, elegida por los periodistas que asistieron al Festival.

—Aquella noche —cuenta— hubo una gran cena, después de la cual se coronaría a la reina. Presidiendo el salón había un gran trono para la designada. Lo que menos podía esperar es que me eligiesen a mi. Cuando llegó el momento sonaron trompetas y uno de los periodistas dijo: “La reina de la Piensa de este año es la estrella argentina Mirtha Legrand”. Sonó una gran ovación y yo me sentí emocionada hasta las lágrimas. Después me condujeron al trono, y Jack Lemmon me coronó reina. Siento no tener ninguna de las fotos originales. Sólo el recorte de la que se publicó en uno de los diarios mejicanos.

Y Mirtha la muestra. En ella se ve a Jack a su lado y a ella sentada en el trono luciendo la simpática tiara. También le entregaron un pergamino que dice: “Los redactores de prensa de la III Reseña Mundial de Festivales Cinematográficos han otorgado el título honorífico de “REINA DE LA PRENSA” a la actriz argentina MIRTHA LEGRAND, por sus indiscutibles méritos como actriz y personales, dentro y fuera de la pantalla. Acapulco. México, 1960”. Y está firmado por todos los periodistas asistentes.

Miitha también me enseña algunos recortes de diarios K Todos muy elogiosos para ella y para “La Patota”. En el “NOVEDADES”, gran diario mexicano, y en la columna que firma “Mirabal”. dice refiriéndose a ella: , “Se trata de una gran artista y de una mujer culta y fina. La forma un poco deshilvanada en que se ha producido la llegada de los invitados a la “III Reseña de los Festivales” hizo un poco difícil, y lo sigue siendo, conocer a nuestros visitantes. A Mirtha Legrand la admiramos en “La Patota”, película sobre la cual vertimos una opinión breve, pero clara: buena cinta y una actuación espléndida, especialmente de esta estrella argentina, de físico finamente bello y sensibilidad que no es muy común. Nos da la impresión de que en “La Patota”, fuera de la “Reseña”, pues no es cinta hasta ahora premiada, y en Mirtha Legrand, el cine hablado en español ha tenido sus mejores representantes”.

—“La Patota”, ¿se dio solo en Acapulco?
—No, también en la capital azteca. Siempre en exhibiciones privadas. En ambas tuvo mucho éxito. Tanto que don Gregorio Wallerstein —el productor’ y distribuidor más importante de México— se quedó con ella para estrenarla próximamente.
—¿Qué artistas importantes vio en el Festival ?
—Phillis Calvert, muy fina y elegante, que venia con la delegación inglesa; My-lene Demongeot, bonitísima, con la francesa ; Conchita Velasco —que se fue en seguida—. con la española; Jack Lemmon y Robert Cummings, con la norteamericana, y el astro ruso Sergio Bondarchouck También estuvo Libertad Lamarque en Acapulco, pero fuera del Festival. Creo que había algún problema entre los organizadores y los artistas mexicanos, pues ninguno asistió a la muestra.
—¿Qué le pareció la famosa playa mexicana?
—Maravillosa. Es mucho más pequeña, pero más lujosa y cuidada que Mar del Plata. En la playa hay muchos “nights clubs” con piscinas, en las que se baña uno de noche, pues la temperatura lo permite. Y eso que allí están en pleno invierno. Los hoteles son de un lujo fastuoso. Yo me alojaba en el “Palacio Tropical”, en el que tenía un saloncito, dormitorio y baño, todo espléndido y con aparatos de radio y televisión. Las exhibiciones de cine se hicieron en el Fuerte San Diego —que data de la época de los españoles--, donde hay instalada una pantalla inmensa al aire libre. Era lindísimo, «Pues se entraba allí por el puente levadizo, que aún se conserva.
—¿Hubo muchas fiestas?
—Muchas. Y eso que yo me volví antes de que terminara el Festival. Nosotros, Mentasti y yo, ofrecimos un gran almuerzo en el “Playa Hornos”, el restaurante anexo al cine en el que se exhibió “La Patota”. A él asistieron todos, artistas y periodistas, incluyendo a Mr. Johnston, de la Motion Pictures, uno de los directivos, del cine norteamericano. Lo destaco especialmente porque no asistió a más agasajo que al nuestro.
—¿Cuánto les costó ese banquete a usted y a Mentasti?
—Alrededor de 40.000 pesos. Claro que hubo ostras, langosta, champagne... No omitimos detalle para quedar bien y corresponder a tantas atenciones.
—Usted que ha estado en otros festivales, ¿cómo encontró éste?
—Como le digo, muy agradable. El de México y el de Mar del Plata son los únicos que pagan los viajes de los invitados ... Allí todos los días recibimos las invitaciones y las noticias, llevadas a nuestro hotel. Y cada artista tenía un coche con chofer a su entera disposición. Creo que ése es un detalle de “confort” único. Yo no tuve jamás el menor problema de desplazamiento. Luego allá hacen las cosas en forma muy espectacular. Por ejemplo; para ir a la exhibiciones en el Fuerte. delante de la caravana de coches de los artistas iban motociclistas abriendo paso, precediéndonos como si fuéramos príncipes.
—¿Y en la capital azteca encontró a muchos argentinos?
—Sí. Estuve con Julio Porter, muy bien situado escribiendo para el cine y la radio. Con María Esther Gamas visité a Laura Hidalgo en su departamento.
—¿Es feliz? ¿Vive con mucho lujo?
—Sí, Laura es muy feliz. Tiene un nene precioso. Y vive muy bien, pero no mejor que las principales estrellas mexicanas. Estas ostentan un lujo despampanante ... Tienen residencias fabulosas, al estilo de Hollywood, como aquí no posee ninguno de nosotros... Claro que allí se produce mucho más y les pagan sueldos muy superiores a los nuestros. . . También está allí Guillermo Murray trabajando de primera figura. . .
—¿Y eso?.. . Porque Murray es un actor mediocre. .
—Pero allí le dan mucha importancia al físico...
—Entre sus recortes veo uno que dice: “Mirtha Legrand es agasajada por los Sres. Wallerstein”, y otro en el que leo: “Coctel a una belleza”. “Esta noche, por ahí de las 19.00 horas, Dolores del Río abrirá las puertas de su residencia “La Escondida”, en Coyoacán, para ofrecer un coctel en honor de la bellísima actriz argentina Mirtha Legrand...”
—Efectivamente, fueron muy gentiles conmigo. Los esposos Wallerstein me ofrecieron una cena en el “Señorial”, y la magnífica estrella mexicana me invitó a ese coctel, cosa que causó gran sorpresa en el mundo artístico mexicano, puesto que Dolores sólo recibe en su soberbia residencia a la aristocracia mexicana y a los más destacados intelectuales. Justamente esa tarde yo era la única actriz, y los demás invitados eran pintores y escritores.
—¿Se exhiben en México nuestras películas?
—Poco y nada. Sólo saben de nuestro cine por los ecos del Festival de Mar del Plata. Por lo demás, nos ignoran. Fíjese que los propios argentinos residentes allí al ver “La Patota” sólo nos conocían a Cibrián y a mí. Me preguntaban quiénes eran Vidarte, Argibay y los demás... Los exhibidores dicen que uno de los problemas es que el público “no nos entiende”. Aunque el idioma es el mismo, nuestros modismos peculiares les padecen tan ajenos como el chino. Por ejemplo: “He nacido en Buenos Aires” no la entendieron en absoluto.
—Sin embargo, aquí comprendemos perfectamente a los mexicanos. Porque si hay una palabra extraña, el sentido de la frase nos la hace entender...
—Sí, pero no olvide que nuestro pueblo es mucho más culto que el de allá... Allí el porcentaje de analfabetos es terrible... Ellos no dejan de reconocerlo...
—¿Ha comprado muchas cosas lindas?
—La verdad es que no he tenido tiempo. Y, además, pienso volver pronto, para el estreno de nuestro film. .. Sólo compré un bongó y un sombrerito de playa.
Alfieri, nuestro fotógrafo, se apresura a tomarle unas fotos con él, con lo que damos por terminada nuestra entrevista.
Carmen Pomés.
Revista Platea
23.12.1960

ir al índice de Mágicas Ruinas

Ir Arriba