Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado
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Un día en la vida de Tania Una jornada de 24 horas es una vida en pequeño que denota el panorama interior de cada protagonista del mundo. Habíamos pedido a Tania, la expresiva, la sentimental intérprete del tango, que mostrase a nuestros lectores la intimidad de un día de su vida, con ¡a naturalidad simple de todos los días, es decir, como si el fotógrafo no estuviese frente a ella, registrando escenas. Eso es esta nota. Pero si de las propias fotografías no se desprende ese hálito especial que constituye el eje de la vida de Tañía, vamos a nombrarlo: su hija. De la preocupación de modelar su destino, de aclarar el horizonte de su juventud, llega el soplo cálido y conmovedor que da sentido y finalidad a sus afanes. No puede hablarse tampoco de su intimidad sin nombrar una de sus dedicaciones más visibles, de la que deriva su notoriedad artística que no es de hoy, y cuya plenitud habla de una larga jornada futura de éxitos cada vez más amplios, aunque no más expresivos. Cuando Tania canta un tango es porque previamente lo ha vivido dentro de su corazón, con esa enorme comprensión que presta al artista el minucioso, el digno conocimiento de la vida. Ojos que conocen el paisaje de varias latitudes, Tania es una mujer poco común que impresiona a las pocas palabras que pronuncie, como un espíritu amplio, generoso y culto. Veamos ahora el lenguaje de estas expresivas fotos. Pie de fotos -Con los versos del poeta querido, que insinúa en sus estrofas el ambiente de un día propicio, Tania comienza un día cualquiera de su vida. Ha trabajado hasta muy tarde, y claro está, no es madrugadora. Toma el desayuno antes de levantarse y se traza un programa de nueva labor, de renovado optimismo para la jornada que comienza. -“Mujer al fin y de este pobre siglo'’, como dijera el poeta, Tania hace también de la belleza un culto. El tocador tiene sus dictados que ninguna mujer desoye, Y con la ayuda afectuosa de su mucama, pone en práctica la última inquietud, la complicada receta de una de esas mujeres que desde sus institutos, dirigen la belleza del mundo. -Y ahora, un secreto para el mantenimiento de la línea. La alimentación frugal, casi totalmente a base de frutas. ¿Qué representa un sacrificio? Nada de eso. ¿Es acaso de sacrificio la expresión con que Tania apura su ligero almuerzo? Una sonrisa tan franca dice que el resultado propuesto está ampliamente conseguido. Señal de que el régimen es bueno y... recomendable. -En 1937 hay que tener un espíritu modernista. Un “coctail” antes del almuerzo es reconfortante y llama a las puertas del buen ánimo para que la melancolía, a la que Tania también es propensa, no envuelva el corazón con sus negras alas de tedio. Un copetín, con la consabida fórmula secreta. . -Y aquí va la primicia gráfica, aunque no nos parece adecuada la expresión para definir el eje, la inquietud capital en la vida de Tania : su hija. Hablando de ella se enciende de entusiasmo, y nos anuncia que hay en ella una artista que asombrará al público muy pronto, pues piensa debutar en una gran broadcasting interpretando, con singular calidad, canciones americanas. -Feminidad. ¡Sin feminidad, no hay mujer interesante! Y Tania lo sabe, La elegancia en el vestir requiere el concurso de mil detalles que es preciso vigilar. Acaso, en un pequeño adorno resida el secreto de una buena impresión. Y como esta es la última foto de la nota, digamos aquí, que así, inquieta y noblemente inspirada, es la vida de Tania. -Una buena artista no descuida jamás el estudio. Largas horas que se consagran a buscar la recóndita intención de cada compás, para que el oído y el espíritu penetren el clima de la canción elegida. -Llegó la hora de recorrer vidrieras. ¿Acaso ignora alguien que Tania es una de las artistas más elegantes? El paseo de compras, o de simple esparcimiento. Paseo que descubre tras las expresiones tristes o risueñas de la gente que pasa, El indefinible secreto de la vida, que Tania demuestra conocer en cada interpretación que se le escucha. Revista Radiolandia 15.05.1937 |