TRAS UN LARGO PERIODO DE PREPARACION Y SIN APORTAR NOVEDADES SALE AL AIRE A LAS 21 CON UN SHOW EN EL QUE PARTICIPARAN DESTACADAS FIGURAS
UNA NOTA DE FRANCO DE MARCO
ES inminente la puesta en pantalla oficial de un nuevo canal de televisión. Buenos Aires —la Capital y, según se comprobó en diversas pruebas, muchos kilómetros de su alrededor— recibirán desde esta noche los programas de TELEONCE, “El canal de la familia”, frase distintiva que pretende —en buena hora— distinguir una particularidad que comienza a hacerse sentir en la televisión.
No vamos a entrar aquí en el planteo filosófico que impone irremediablemente una nueva fuente de “espectáculo” y “entretenimiento” para la sociedad. Simplemente, recordaremos en breves párrafos el trayecto recorrido por el video argentino desde que un solo canal absorbía la atención del televidente hasta que fueron apareciendo en las pantallas otras señales, que trajeren la esperanza de una mejor calidad. La falta de competencia, y la burocracia también, anquilosaron las ideas y el espíritu de los hombres que durante muchos años tuvieron a su cargo la responsabilidad de acrecentar el ritmo lógico de progreso, los valores artísticos, técnicos, y en equipos, de la primera teleemisora, el canal 7. Fue necesario que el 9 de junio de 1960 el canal 9 diera una muestra terminante de lo que se llama “competencia televisiva” para que el público comenzara a olvidar paulatinamente la “aventura del canal 7”: los programas fuera de horario, el barullo característico que rodeaba cada emisión y decenas de detalles que revelan una etapa
que comenzaba a quedar atrás.
Meses después el canal 13, con muchos años de experiencia de sus directivos principales —el cubano Goar Mestre y compañía—, comenzaba a imponer lo que sin lugar a dudas era para nosotros una “nueva tónica” televisiva. Después de los tanteos iniciales— que ahora sabemos eran perturbaciones naturales, como las que sufren las máquinas antes de adquirir el ajuste adecuado— Canal 13 comenzó a ganar terreno. Durante el período estival se decía por los pasillos de la teleemisora de la calle Lima que el canal saldría en marzo “con todo”. No fue exagerada la expresión. Hoy está transmitiendo desde las 7 de la mañana, y en todos los casos programas que en principio se consideraron de difícil aceptación por parte del televidente local, pero que la experiencia de Mestre y compañía indicaba lo contrario. “La televisión impone costumbres rápidamente”, señalan los directivos a quienes dudan aún de la eficacia de algunos métodos de programación adoptados en la calle Lima. Debemos admitir que tienen razón. Por lo menos los últimos “ratings” —serios algunos y poco serios los más— no dejan lugar a dudas.
Hasta aquí ven ustedes cómo han cambiado las cosas en menos de un año. La competencia obliga a actuar rápidamente, a no detenerse ni un instante. El canal 7, “al que han dejado morir”, según acertada expresión de quienes viven la televisión desde sus albores y que no pueden olvidar la desaprensión con que se interpretaban las estadísticas, cuando se hablaba de repunte de los canales 9 y 13 en determinados horarios claves, ha acusado el golpe. Trasladado al edificio Alas, en modernos y amplios estudios que lo hacen el más completo en su género en América Latina, vive los típicos momentos de la convalecencia tratando de retornar a la buena senda. Cuando el juego interminable de la burocracia le permita hacerse de todos aquellos elementos técnicos que aún le faltan entonces estará en paridad de condiciones para luchar mano a mano en este terreno. Canal 7 ha fincado su fortaleza en sus equipos de exteriores, pero antes de noviembre el 9 y el 11 contarán con los propios.
Este es, en rápida síntesis, el panorama principal de la televisión argentina, al que se agregan tres canales en actividad en el interior del país: Mar del Plata, Mendoza y Córdoba (Rosario recibe directamente de Buenos Aires los programas del canal 7, mediante el cable coaxil). Cada una de esas ciudades, con vida propia activa y pujante, cuenta con programas de televisión suministrados por Buenos Aires por medio del video tape. Mar del Plata y Mendoza dependen del canal 9 (en términos precisos, los canales 8 y 7 son sucursales del 9 capitalino). Al canal 12 cordobés lo salvó —tal la expresión— Proartel, empresa que funciona conjuntamente con Río de la Plata TV. canal 13, y cuya misión es —entre otras— la de suministrar programas a los futuros canales de televisión. Un video tape que venía a la teleemisora de la calle Lima siguió su marcha hacia Córdoba, donde ahora diariamente de 19.30 a 23 se reproducen los programas del canal 13. Lo mismo ocurrirá, en diversas medidas y escalas, con la mayoría de los 26 canales recientemente licitados. Los elevados costos de programas, imposibles de cubrir en zonas de reducidas dimensiones y no muy elevado poder adquisitivo, obligarán a hacer uso del video tape y la cámara proyectora de films como piezas vitales de cada teleemisora. El trust de la televisión —que ya es un hecho— constituirá. además de una colosal empresa comercial, el más extraordinario marca-paso de la cultura en el país. ¿Se ha observado este aspecto en la reciente lista de postulantes a los 26 canales provinciales?
TELEONCE HOY
Para hoy se anuncia la salida inaugural del canal 11. Si lo de “canal de la familia” tiene en cuenta el último párrafo expresado más arriba, no dudamos en darle la bienvenida.
¿Qué tipo de programas caracterizarán a esta flamante teleemisora? Durante tres meses ha venido televisando series documentales, algunas comedias (filmadas) y reportajes en “vivo”, con el exclusivo fin de asentar la compleja maquinaria técnica y artística. Su salida, anunciada a fines de la pasada semana, para el viernes 21, aún en momentos de escribir esta nota estuvo rodeada de ese misterio que parece ser el signo distintivo del “canal de la familia”. Un humorista colega, quizá para ocultar su disgusto ante la falta de noticias, expresó que canal 11 posiblemente pase a ocupar el primer lugar referente a “noticias” de misterio y suspenso. . .
Lo “poco” que trascendió, además de la información extraoficial que recalcó el hecho de que querían salir “el 18, a las 18”: tal la mención de un cuerpo artístico en formación. Varios teleteatros. a cargo de importantes figuras, ocuparan horarios “claves”. Lo mismo ocurrirá con el show que montará y dirigirá Rodríguez Luque y que llevará por titulo “Música en el aire”. Desfilarán además de atracciones extranjeras que serán especialmente contratadas, números locales de prestigio. “Música en el aire” se televisó el año pasado por el canal 9. Para su presentación en el 11 se ha modificado su estructura. Como la competencia en materia de show es muy grande, Rodríguez Luque ha decidido mantener en secreto el estilo del suyo, porque será, afirma, revolucionario.
En cuanto a las series filmadas, habrá de todo. Lo que quiere decir que la violencia al por mayor es un productor más de la standardización estadounidense. Sin embargo, nos aclararon que las series de aventuras no serán tan “irritantes”, como obliga a pensar su rótulo. Así lo esperamos.
Pie de fotos
-Peter Graves será el protagonista de una de las series más importantes que lanzará al aire el novel Canal.
-Una de las figuras locales que inaugurarán los programas vivos del 11 será el eficaz actor cómico Palitos.
-A través de la pantalla del “Canal de la familia” retomarán su contacto con el público “Los 4 ases”.
-Monseñor Fulton Sheen va a repetir en el Canal 11 charlas que causaron gran repercusión en la televisión de los Estados Unidos.
-Recuadro en la crónica-
RENUNCIA
EL escritor Roberto A. Tálice ha presentado su renuncia al cargo de Asistente General del Canal 11, por estar en total desacuerdo con la conducción y con la orientación artística imperante en el mismo.
Es una lástima, entendemos, que la T.V. pierda —creemos que momentáneamente— una figura de la experiencia del mencionado autor.
Revista Platea
JULIO 21, 1961