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nueva versión de La Biblia


Nueva versión de La Biblia
La semana pasada, en un sexto piso de Sarmiento al 1900, Billy Bond y Jorge Álvarez sonreían, encantados: el primero terminaba de dar los últimos toques a su nueva versión de La Biblia, de Vox Dei, con todos los grandes del rock nacional más los cincuenta músicos del Ensamble Buenos Aires; el segundo acababa de regresar victorioso de Río de Janeiro, donde concluyó las tratativas con una grabadora carioca para editar esta superproducción de rock, la única hecha en el país con mentalidad internacional.
Personaje resistido por la línea “expresionista” de conjuntos como Invisible, Color Humano y Aquelarre; aclamado masivamente, ya sea que se presente como cantante o como organizador de algún recital; responsable de los controles técnicos y del “mixaje” de varios discos claves de la producción argentina de música progresiva; en este momento, con 45 kilos menos de peso alrededor de sí mismo, y sin haber perdido la incurable manera de decir y de hacer todo lo que se le ocurre, “El Bondo” es hoy uno de los ejes fundamentales de cuanta previsión se haga para el rock nacional. Y no por casualidad: desde que, en 1971, fue relanzado como cantante por Jorge Álvarez y Pedro Pujó, la trayectoria personal de Billy, sus iniciativas y consejos no hacen más que confirmarlo como un marcador de rumbos.

UNA OBRA IMPONENTE. Existía ya una versión discográfica de La Biblia según Vox Dei, en un álbum de dos discos que había logrado vender más de 20 mil ejemplares. Sus autores también la explotaron bastante tiempo como leit-motiv de sus recitales.
El año pasado, cuando el editor Jorge Álvarez quiso hacer La Misa del Tercer Mundo y llamó al hace poco fallecido sacerdote Carlos Mugica en busca de asesoramiento, éste sólo le indicó una línea de trabajo, cediéndole la responsabilidad de asumir la forma que más le conviniese. Álvarez recordó entonces conversaciones que había tenido con los Vox Dei sobre el modo de desarrollar musicalmente textos de la Biblia, y decide producir una nueva versión de la partitura de Ricardo Soulé.
Para conservar la imponencia de la obra, Álvarez prevé un desprejuiciado conjunto de música clásica: contrata al Ensamble Buenos Aires, que dirige Pedro Ignacio Calderón; confía los arreglos a Gustavo Beitelman y, para reactualizar la fuerza de una pieza de tal envergadura, pide colaboración a los más importantes grupos e intérpretes locales de rock: La Pesada, Espíritu, Sui Generis, Raúl Porchetto, David Lebon, Alejandro Medina, Carlos Cutaia, etcétera. Nadie más indicado que un músico con la experiencia técnica de Billy Bond para coordinar el trabajo y los sonidos de tantas primeras figuras.
Que les haya insumido no menos de 400 horas de trabajo en el estudio (Inhabitual para un longplay son 70 horas), un presupuesto que no bajó de los 25 millones largos, y la laboriosa reunión de más de 100 músicos, sólo los entusiasma para continuar la expansión: ya han acordado un lanzamiento de esta versión en el Brasil, compuesta sobre bases argentinas; luego, esperan repetir la operación en Venezuela, México y España. ♦
J. C. K.

Quién es Billy
Capaz de irse a la Costanera a las tres de la mañana, comprar una sandía y dormirse frente al río dentro de La Batata (su Ford modelo 1940); de no comer casi nada durante varios días (así adelgazó 45 kilos), o de cortarse de repente las guedejas de un año para ostentar un corte de pelo a lo David Bowie, Billy Bond, el más legendario personaje del rock argentino, logra su aspiración de ser considerado un delirante total.
Su verdadero nombre es Giuliano Canterini y nació en La Spezia (Italia), hace 30 años, De pocas palabras, su pacto secreto es con la música, su música. Casi no habla y, sin embargo, nunca se calla lo que piensa. En respuesta a preguntas concretas, musita sonidos extraños. “¿Cerramos la ventana?” Mmmmmm. “La crisis de' rock en esta temporada, ¿te toca?” Eeeeep. Al rato, luego de escuchar fragmentos de discos con los audífonos colocados y el tubo del teléfono en la mano, puede aclarar:
—La crisis es un estado permanente de los que tienen miedo a hacer cosas. Mientras pueda seguir haciéndolas, cantando lo que se me canta, no me dejo tocar por ella. Siempre todo está en crisis, nunca dejó de estarlo entre nosotros, hasta en los mejores momentos. Para mí, la crisis forma parte de la escenografía.
—Para muchos pibes, sos una especie de ídolo.
—Claro.

Revista Panorama
23.05.1974

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