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Revista Siete Días Ilustrados
02.11.1970
Tapa: Historia del beso
EN ESTE NUMERO
EL RECONOCIMIENTO A UN SABIO (página 12). Sorpresivamente —el
candidato era Jorge Luis Borges— la Argentina se anotó el galardón
de un Premio Nobel: el de Química 1970. El martes de la semana
pasada, ese honor fue adjudicado a un hombre parco, monosilábico
—hasta evasivo— en el diálogo con los periodistas, absolutamente
abocado al estudio del comportamiento de las células humanas, que
desarrolla en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas, un
modesto laboratorio fundado por él hace 23 años. Se llama Luis
Leloir (foto, en conferencia de prensa), tiene 64 años y, según
confesó en sus furtivos contactos con SIETE DIAS, todavía no sabe
qué destino dará a los 80.000 dólares del premio; aunque casi en
un susurro adelantó: "Me gustaría trabajar en un lugar más
adecuado que éste", una casona del barrio de Belgrano sobre la que
ahora confluye la admiración del país por este tercer Nobel
argentino.
EL TRIUNFO DE PEDRO NADIE (página 8). Había más de una razón para
que el redactor José Tcherkaski fuera enviado a cubrir el Festival
de la Canción de Río de Janeiro, uno de los eventos más
importantes del mundo, cuya quinta edición culminó el lunes de la
semana pasada. El otro motivo: Tcherkaski es autor de la letra de
la canción que interpretó Piero, titulada Pedro Nadie, finalmente
consagrada vencedora del certamen, según el veredicto de un jurado
integrado por Lalo Schiffrin, Francoise Hardy, Ray Coniff y otros
nueve representantes de la música internacional. Es la primera vez
que un juglar argentino obtiene un primer premio en tierra ajena,
razón de más para que SIETE DIAS comparta el halago de sus colegas
nativos y, modestamente, se adhiera al júbilo de un compañero de
tareas, único representante de la prensa argentina en este torneo.
CATAMARCA, JUJUY Y SALTA: DE AQUI EN ADELANTE (página 24). Una
queja plañidera abate, tanto como los vientos calientes del
verano, una extensa comarca argentina signada por el atraso y la
pobreza, por la rusticidad de sus medios de vida, por el
desarraigo y la desolación. El 10 de octubre, el presidente
Levingston habrá podido avizorar ese panorama, durante su visita a
Palpalá —en Jujuy, a más de 1.300 kilómetros de la Capital
Federal— para festejar en los Altos Hornos de Zapla el 25º
aniversario de la primera colada de arrabio. Es posible, y así lo
quieren los hombres del Noroeste todavía no contaminados por la
resignación, que esa visita y y esa ceremonia adquieran la validez
de un símbolo: el Plan NOA (propiciado por Fabricaciones Militares
y el Consejo Federal de Inversiones) promete una jubilosa
alborada, la que supone el desarrollo integral de esa vasta
región. Durante 35 días un redactor y un fotógrafo de esta revista
produjeron el relevamiénto de esas tres provincias, en un viaje en
automóvil (cedido gentilmente por la empresa Ford), y dialogaron
con los gobernadores de cada una, para arribar a una conclusión:
el Noroeste florece de expectativas, está en marcha el desafío de
los olvidados.
BUENOS AIRES DE LUJO (página 44). Nunca, hasta ahora, se había
elaborado una guía de los lugares más sofisticados de la noche
porteña. No era el caso de reiterar la nota de los sitios de pura
diversión, ni siquiera de volver los pasos sobre los consabidos
centros de frivolidad. El pliego en colores que se inserta entre
las páginas centrales de esta edición se abre a un exclusivo
puñado de refugios elegantes, en donde se concentra la élite
noctámbula, en donde se baila, se comen los manjares más opíparos
o simplemente se toman copas. Por supuesto, son los lugares más
caros y por eso los menos accesibles; pero existen y ese solo
hecho contribuye a incrementar el prestigio de la ciudad, a ojos
de quienes tal alarde de refinamiento es índice del buen gusto
argentino.
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